hoy es siempre todavía

viernes, 12 de julio de 2013

Censura para conocer nuestro pasado




Se cumplen trescientos años de la firma del Tratado de Utrecht por el que España cedió Gibraltar a Inglaterra. Probablemente el tema siga siendo objeto de controversia tanto para historiadores como para profesores de Derecho Internacional. Siempre se podrá objetar que es un asunto áspero, sobre todo por el empecinamiento de los británicos y por la constitución social que se da en la Roca. Muchos considerarán que con la Gran Bretaña hemos topado y que una esquina peninsular no vale un conflicto. Incluso hay quienes esperamos que jamás se haga motivo de guerra de ello, simplemente porque a algún gobierno en crisis y dificultades le tiente el desviar la atención de los españoles sobre asuntos más importantes de interés colectivo o invocando una obsoleta llamada a un nacionalismo extemporáneo.La cuestión sigue ahí empantanada y, acaso, más vale no menealla si nos va a complicar la vida.

Sin embargo, hay situaciones internas que no hay manera tampoco de que puedan ser superadas. Las dificultades con las que sigue topando la investigación historiográfica para consultar documentos que van desde 1936 a 1968 no es, en este caso,  motivo de conflicto exterior. El enemigo está dentro de casa. En concreto las autoridades españolas que, no se sabe muy bien por qué, no permiten el acceso a documentos de Defensa y de Asuntos Exteriores. ¿Qué tiene que ocultar el Gobierno? ¿Teme todavía esta derecha actual que se la vincule aún más con el pasado y por ello cercena un derecho de conocimiento público? Sería mala conciencia y temores a vaya usted a saber qué. ¿Son capaces de invocar aún riesgos para la seguridad nacional, como dirían ellos? ¿Es el viejo rictus de un sector con complejo patrimonial sobre la sociedad y el territorio lo que les lleva a portarse de ese modo? Que nos quieran timar hasta para conocer nuestra propia Historia nos parece indecente.  




Parece interesante conocer algo más sobre el asunto, por lo que reproduzco el siguiente


Comunicado de H-SPAIN dirigido al Gobierno y a los distintos grupos parlamentarios de España

Haciéndonos eco del profundo malestar producido entre historiadores, archiveros, periodistas y otros grupos sociales por el cierre indefinido e injustificable del acceso a documentos históricos del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación y del Ministerio de Defensa de España, desde H-SPAIN solicitamos a las autoridades competentes la inmediata reapertura de dichos fondos y la garantía de su accesibilidad para todos los investigadores en el plazo más breve posible. 

Consideramos que de ninguna manera cabe justificar las trabas que se está imponiendo al acceso a dicha documentación histórica por medio de argumentos inverosímiles sobre el riesgo que su difusión entrañaría para la defensa y la seguridad del Estado o para las relaciones de España con terceros países. 10.000 documentos de Defensa de los años 1936 a 1968 estaban listos para su desclasificación, tras el preceptivo examen, antes de que el Ministerio cancelara su publicación en mayo de 2012 en una decisión que cabe considerar, como mínimo, de arbitraria. Menos se comprende aún que el Ministerio de Asuntos Exteriores haya declarado “secreta” o “reservada” la práctica totalidad de su documentación, incluyendo los fondos históricos de su archivo –compuestos por papeles diplomáticos del siglo XV al XX- que habían sido consultados hasta entonces sin mayores impedimentos por parte de historiadores de todo el mundo. 




Que la respuesta del Ministerio de Asuntos Exteriores a las denuncias de esta situación haya sido cerrar a los investigadores el acceso a su Archivo General, en septiembre de 2012, y dispersar sus fondos entre el Archivo Histórico Nacional y el Archivo General de la Administración sin comunicar si esos fondos serán algún día consultables de nuevo, y en su caso cuándo y en qué condiciones -lo que hace temer nuevos obstáculos y demoras que sumar a las que sufrimos desde hace casi dos años-, no hace más que ahondar en la enorme preocupación que genera la actual situación. 

El acceso y libre disposición de estos fondos históricos, dentro de los plazos y límites marcados por la actual normativa, no solamente constituye un derecho de los españoles, sino también un deber moral del ejecutivo. No se trata tan sólo del enorme perjuicio que se está causando a innumerables proyectos de investigación histórica tanto en España como en el extranjero, sino también del daño a la imagen y el prestigio del país más allá de nuestras fronteras, así como de la degradación de la calidad de la democracia española que se derivan de unas decisiones que nos alejan de los estándares europeos e internacionales de protección de derechos democráticos básicos como el de libertad de información e investigación, el acceso al patrimonio y la cultura, y el control y rendición de cuentas por parte del gobierno y la administración pública. 

En este sentido, instamos a nuestros gobernantes a que, rectificando su actual política, cumplan con los instrumentos internacionales que España ha suscrito en materia archivística y de documentación, como son la Recomendación Nº R (2000) 13 del Comité de Ministros del Consejo de Europa sobre una Política Europea en Materia de Comunicación de Archivos, y el Convenio del Consejo de Europa sobre el Acceso a los Documentos Públicos (Tromsø, 18 de junio de 2009). 




No se trata de una petición de unos pocos para unos pocos. Si bien este llamamiento parte del mundo académico, es a la sociedad en su conjunto a la que se está negando el derecho a conocer por sí misma, al margen de interpretaciones oficiales e interesadas, su propio pasado. No puede haber auténtica democracia allí donde no se garantiza a los ciudadanos el derecho a generar una visión crítica del propio desarrollo histórico basado en el acceso al patrimonio documental común. 

Firmando esta solicitud, pedimos al Gobierno que adopte cuantas medidas sean precisas para garantizar el acceso de los investigadores, profesionales o no, a los fondos documentales de estos archivos y en el plazo más breve posible. Solicitamos asimismo a los distintos grupos parlamentarios que exijan y respalden estas medidas, así como que controlen su cumplimiento. Instamos también a toda la sociedad que apoye esta petición, para que pueda hacer del conocimiento crítico de su pasado la mejor guía para una construcción consciente de su futuro. 




Todos aquellos que deseen adherirse deben enviar a h-spain@h-net.msu.edu los siguientes datos: nombre y apellidos, institución académica de pertenencia (o "investigador independiente" en su defecto) y número de DNI o pasaporte (el cual no se hará público). En el caso de tratarse de un organismo, se deberá enviar el nombre de dicha institución y el de la persona que la represente, con su número de DNI o pasaporte. 

Carlos Sanz Díaz (Universidad Complutense de Madrid) 

En nombre del Consejo Asesor de H-SPAIN, suscriben el presente escrito: 

David Jorge (Wesleyan University, Connecticut) 
Ángel Viñas (Universidad Complutense de Madrid) 
Helen Graham (Royal Holloway, University of London) 
Florentino Rodao (Universidad Complutense de Madrid) 
Sebastiaan Faber (Oberlin College, Ohio) H-Spain 





* Las imágenes son:  grabados de Goya, una fotografía de la visita de Eisenhower a España en 1959 respaldando a la dictadura y por último una simbólica instantánea del fotógrafo gallego Julio Souza Fernández, de los hermanos Mayo.


7 comentarios:

  1. No puedo dejar de pensar que Gibraltar es un tema gibraltareño y que no hay más conflicto que el que sus habitantes quieran asumir.

    Lo que sí clama al cielo es la otra cuestión, la del acceso a los archivos. No voy a pensar que esos documentos contengan datos que se quieran ocultar, sino que es la misma y ancestral manera absolutista que nos gobierna desde que la Edad Media dejó de serlo.

    No vamos a salir nunca del pozo oscurantista.

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    1. Es imposible avanzar en este país. Por un pasito adelante se dan no sé cuántos atrás. Cualquier indagación, investigación o descubrimiento con nuestro pasado parece estar vedado. Si a las dificultades para mover información por parte de los profesionales sumas las limitaciones de conocimiento y divulgación en los media y la enseñanza de medias verdades que se proporciona a los alumnos el balance es francamente deplorable. Conclusión: no nos conoceremos jamás.

      Obviamente, no vamos a salir del oscurantismo; y mira que yo concebí esperanzas, y supongo que tú también...

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    2. ¡Y tanto, que concebí esperanzas! Pensé (y la verdad es que había indicios para pensarlo) que había ilusión y fuerzas para construir un espacio común de cultura y respeto, pero los fantasmas de siempre se han encargado de mostrarnos otra vez el pecado y el infierno. No hemos aprendido nada. ¿Te das cuenta que se sigue con la política de hacernos creer que el vecino es el enemigo? La misma política que culpó a los judíos de la peste y que permitió la delación en la posguerra.

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  2. Aunque muy indirectamente, toco el tema de silenciar la memoria en mi último post. Sobre Gibraltar, si bien no son históricamente demasiado similares, en cuanto a soberanía, si hay varios puntos coincidentes en relación con nuestras Malvinas.
    Muy completo e interesante post.
    Un abrazo

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    1. Los ingleses habrán sido como hayan sido, pero han dejado peores secuelas colonialistas en África, por ejemplo, que con el tema Gibraltar, que a estas alturas es un tema nimio. Francamente, no sabría decirte si hay coincidencia con las Malvinas, salvo que el estado propietario es el mismo.

      Un abrazo, Neo.

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    2. Por cierto, la vergüenza y la indignación me la hacen pasar a mí el Gobierno del Estado que tenemos, que nos sigue tratando como súbditos de otras épocas. Porque que haya censura para investigar papeles de todos, tiene su guasa.

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