Qué jugadas hay detrás y en instancias que nos desbordan a los humanos sigue siendo un misterio. Por más que nos cuenten que es un ajuste de las grandes finanzas, una reducción de litigadores del mercado productivo y bancario, un pulso competitivo con las potencias emergentes nadie sabe a ciencia cierta lo que contiene este monstruo que están generando. Se arriesgan un montón de explicaciones nada convincentes, que acaban enmascarándose entre sí. Que hay un tema de consolidación de propiedad y de poder a gran altura, a través de las hegemonías de ciertos Estados, no parece haber duda. Pero que la mayoría de los estados ya no saben bien a qué atenerse, y algunos gobiernos como el nuestro anda más perdido que otra cosa, lo cual le conduce a ser de los más serviles, es otra realidad donde cunde diariamente más la mentira, la verdad a medias o el oscurantismo más feroz.
Y si éramos pocos y parió la abuela sale ahora el Nobel Paul Krugman, al que vengo leyendo desde hace tiempo, porque aparenta al menos ser un díscolo y disidente de lo que nos mal informan los gobiernos, vaticinando la salida de Grecia del euro, el fin de la moneda única y el corralito en España. ¿Es alarmismo o tiene fundadas razones para sospechar que las cosas van a ir como él dice? Si las cosas llegan a producirse como sugiere, las preguntas que vamos a hacer los ciudadanos van a ser incisivas: ¿nos han estado tomando el pelo las mal denominadas autoridades, tanto las europeas como las españolas? ¿Es el ansia de los grandes o la incapacidad de los pequeños, o ambas cosas? ¿Es la economía la gran y formidable estafa jamás inventada para hacer infelices a los seres humanos? Si lo que cuenta Krugman tiene lugar, y hay altas posibilidades de que no se equivoque, me siento como un cordero dispuesto para el sacrificio en el matadero. Y creo que la sociedad española, que poco y mal está pidiendo explicaciones a sus incompetentes gobernantes, lleva la misma senda.
He aquí las declaraciones que Krugman ha efectuado en su blog del New York Times, y que cada cual se lo crea o no:
"Algunos de nosotros hemos estado hablando del tema, y creemos que el final del juego será algo como esto:
1. Salida griega del euro, muy posiblemente el próximo mes.
2. Cuantiosas retiradas de fondos de los bancos españoles e italianos, a medida que los depositantes tratan de llevar su dinero a Alemania.
3a. Tal vez, solo posiblemente, se impondrán controles de facto, con los bancos prohibiendo transferir depósitos fuera del país y limitando la retirada de dinero en efectivo.
3b. Alternativamente, o tal vez a la vez, el BCE realizará fuertes inyecciones de crédito para evitar el derrumbe de los bancos.
4a. Alemania tiene una elección. Aceptar indirectamente las reclamaciones que se hacen sobre Italia y España —además de realizar una drástica revisión de su estrategia— básicamente, para darle a España alguna esperanza y poner en marcha garantías a la deuda para mantener bajos los costes de endeudamiento y permitir una mayor inflación en la eurozona para posibilitar el ajuste de precios relativos, o:
4b. Fin del euro. Y estamos hablando de meses, no de años, para que esto ocurra”
En fin, que los acontecimientos que vivimos diariamente, entre el sobresalto y la desconfianza, me hacen recordar ciertas palabras de Pio Rossi (1581-1667) en su Léxico de la palabra.
“Engañar. ¡Tantas sombras para engañar tantas miradas! En las ciencias, que tienen por objeto la verdad, uno se equivoca hábilmente, pero ya en las discusiones que se derivan de ellas se manifiestan la falsedad de los argumentos y las sutilezas sofistas: ¿cómo serán entonces las engañifas de los hombres entre ellos? Si uno se equivoca en el razonamiento, ¿qué pasará en el comercio? Si el filósofo nos confunde con sus sofismas, ¿qué hará el traficante por interés? Si el engaño domina la teoría, ¿qué sucederá en la práctica? La conversación del hombre, que debería ser su ocupación y su sostén es por desgracia su ruina. Estamos más seguros relacionándonos con animales irracionales que con los hombres. Daño y confianza se suceden. Entre tantos errores humanos, es peligroso vivir con la sola inocencia de uno, escribe Tito Livio. Es necesario desconfiar de la vida para confiar en la vida, es decir para vivir en los tiempos modernos. La vida es tanto más segura cuanto más nos apartamos de ella.”
¿Cómo hemos llegado a este estado de cosas en que nos dejamos engañar como especie dócil y perpleja, para la que no valen ni las advertencias, ni los errores del pasado ni la conciencia de los propios actos?
* Las imágenes son parte de la obra del polifacético y malogrado artista aragonés Víctor Mira.
Por allí se repite el cuadro que antes por aquí hemos padecido.Curiosamente las recetas del sistema para salir de las crisis son las mismas siempre. A pesar que se han comprobado como falaces e ineficientes para la sociedad -y beneficiosas sólo para unos pocos- se siguen aplicando.¿por qué será? No creo que sea por capricho o necedad, simplemente es porque a ellos le conviene y tienen el poder y los gobiernos siguen bajando la cabeza extorsionados por los poderosos, convencidos que no hay alternativas. Mentira, si las hay. Las recetas suicidas no son la salida.
ResponderEliminarMuy concienzudo análisis como siempre.
un abrazo.
Neo. Comparto tu criterio. Por una parte, el sistema tiene sus límites y acaso esos mismos límites le llevan a cerrar cada vez más el círculo vicioso. Como a su vez ese círculo es totalizador -no hay zona del planeta que escape de su influencia- y todo tipo de actividad humana, sobre todo la productiva (aunque ha vuelto productivo todo, hasta el ocio o el tirarse en un banco del parque, si me apuras), se ve tomada directa o indirectamente por las fuerzas del mercado a las que se ha llegado, no resulta fácil ver otra salida.
ResponderEliminarSé que esa otra salida es invocada por algunos como el decrecimiento, pero ¿quién pone el cascabell al gato? Así que considero que el capitalismo es como un dios (por usar un símil facilón) Por una parte da y cuando no funcionan las cosas quita. Un sistema que los humanos bendecimos y cuando nos ataca maldecimos. Un destino muy humano que nos obliga a vivir a las duras y a las maduras. Y encima aún hay extensos lugares de la Tierra donde de momento solo pueden probar las hieles (hambre, enfermedad, subdesarrollo, etc.)
Me considero un pésimo analista. Señalo situaciones o funcionamientos que percibo, pero la complejidad de los mismos me desborda.
No obstante, considero que hay que vivir ojo avizor con la mentira. Si cultivamos el escepticismos y no damos pábulo a la necedad podremos sobrevivir. Por mi parte no quiero hacerme mala sangre ni escuchando las boquitas y bocazas que salen en las televisiones. Voy aprendiendo, en todo caso, a interpretar lo contrario de lo que pregonan.
Un abrazo.
Aquí, un eurodiputado que estalla:
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=qJx_Lrwop1Y&sns=fb&fb_source=message
Gracias por estas palabras tan esclarecedoras. Aunque duela, es preferible la verdad.
ResponderEliminarComparto en Google + y Facebook.
Abrazos siempre.
Casilda. Ya, pero no sé qué decirte, no me convence tampoco. Y no digo que no diga cosas que podríamos decir los demás...Pero también los ingleses se las traen, ¿no?
ResponderEliminarAy, Isabel, gracias, aunque entender lo que está pasando es más difícil que lo de la santísimatrinidad y la virginidadmariana. Gracias por hacerte, eco. Un abrazo.
ResponderEliminarHola, pues si tu estás desbordado... que entiendes,enlazas y analizas todas estas situaciones políticas, imagina como estoy yo y otras personas como yo, que no tenemos información financiera y poco de otras; pienso que ésto que entresaco de tu texto es la clave de la fracasada existencia humana.
ResponderEliminar"¿Es la economía la gran y formidable estafa jamás inventada para hacer infelices a los seres humanos? si, esa ENGAÑOS Y MÁS ENGAÑOS.
Difundo tu post en el mi blog, en google y en Facebook.
Un abrazo.
Ysupais, pero lo mío no es saber, es simplemente un intento por enterarme un poco y hacer circular puntos de vista. Me consuelo en que ni los cates ni los nobeles de Economía andan muy acertados en sus teorías. O al menos que nadie les hace demasiado caso, si alguno anda más acertado. Los bancos tienen sus propios centros de estudio y barren para casa, y lo que mandan en la UE barren en el sentido que impone la locomotora.
ResponderEliminarHay tantas falacias, en otros tiempos dominaban las religiosas ( y aún en muchas zonas del planeta), los nacionalismos de estado y no Estado, las monarquías y sus feudalismos...ahora la gran diosa falaz por excelencia es la Economía DIRIGIDA.
Gracias por tu amable participación y difusión. No se trata de tener verdades sino de generar opinión, debate y aportaciones. Que no nos priven de ello.
Un abrazo.
Mairena. A mí lo que más me ha impactado no es el pesimismo ¿o realismo? del economista americano que citas. Sino la de un autor que, por cierto desconocía, de hace siglos, Rossi, que ya entonces veía claras algunas cosas. Y eso que el capitalismo no era aún en lo que se ha convertido o ha degenerado.
ResponderEliminarEse rescate que haces de texto me gusta muchos, sigue en la onda.
Saludos.
Juan a mi este rico post me hace recordar a eso teatrillos de la calle, donde tras unas improvisadas cortinas, unas hábiles manos manejaban unos hilillos haciéndose mover unas marionetas para el deleite de otros…
ResponderEliminarUn abrazo.
por supuesto ya saben quienes son las marionetas...
Gracias, Andrea. Pues sí, ese Rossi es una joya. Su Léxico es una especie de Diccionario de términos vinculados con el engaño, la mentira, el fingimiento, la hipocresía, etc. Empírico pero preciso, un autor poco conocido en un país como el nuestro que llegó tarde y mal al conocimiento de otras literaturas. Procuraré re-incidir en gentes de esa guisa.
ResponderEliminarBienvenida, saludos.
Muy en la diana, Perroverde. Algunos incluso se creen las manos que mueven los hilos sin darse cuenta (o vaya usted a saber, pero nos lo ocultan) que también son títeres. La fotografía que El País de hoy en papel saca en portada del ínclito presidente de este gobierno es muy representativo al respecto. Que si entro que si salgo que si soy que si no soy...Qué pena.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ni más ni menos que una "revolución neoliberal" en toda regla, propiciada desde el poder financiero internacional, para liquidar una época e instaurar un sistema donde las prestaciones sociales quedarán reducidas a su mínima expresión. El problema es que, como aprendices de mago, el asunto se les puede escapar de las manos.
ResponderEliminarUn saludo.
Cayetano, bienvenido. O involución que yo diría. Tienes razón y cada vez hay más opiniones en que lo que está ocurriendo no es una crisis cíclica más ni coyuntural ni pasajera. Se trata de entrar en una nueva era. Ahora que en China hay signos de que los trabajadores quieren mejorar tanto su nivel de vida, de consumo y de libertades, ¿querrán ahora aquí tomar el relevo de hacer a las poblaciones más ínfimas? Esa última frase tuya...acaso se les escape, pero ojo, que saben más de lo que parece. El asunto es el pulso que nos echan a la sociedad. Si lo ganan no es cuestión de que sepan más o menos, sino que hemos dejado el terreno a su merced. Nuestras mejoras y avances de los últimos tiempos pueden ser las cadenas del futuro. Triste.
ResponderEliminarVuelve cuando gustes. Nuestra aportación es estos granitos de debate. Son importantes, pensemos como pensemos cada cual.