hoy es siempre todavía

miércoles, 20 de junio de 2012

Los pillos se pillan




Fuente inagotable y reflejo no solo del pasado español sino del presente arbitrario y querido por los españoles son los aforismos del Juan de Mairena que nos legó Antonio Machado. No me cansaré de echar mano de ellos porque siguen siendo fanal en la oscuridad, paciencia en la turbulencia y templanza en la acritud de los días que nos tocan vivir. Vista la incompetencia de quienes nos gobiernan, algo sobre lo que podríamos ser parcialmente comprensivos si ellos se manifestaran mínimamente honestos y coherentes, no es necesario emplear demasiadas palabras en criticarles y menos en calificarles. Lo que diariamente registran los medios de comunicación sobre sus pasos en falso, su constante desdecirse, su manifiesta incompetencia en comprender lo que ocurre y la tardía y dudosa reacción que ofrecen, más el engaño y el desprecio como táctica contra quienes no piensan como ellos, pero que se torna bumerán contra ellos mismos, está ante los ojos de todos. De todos los que quieran ver y no sean ciegos voluntarios, que los hay en abundancia.





El ridículo que el presidente y su cohorte están haciendo ante los foros económicos y políticos mundiales (nada palomas estos, por otra parte, y hartamente halcones y depredadores), la actitud de decir en un sitio una cosa y ante los españoles otra, las medidas de doble rasero, consistentes en hacernos cargar la deuda privada de la Banca a costa de los sacrificios de los sectores laborales y ciudadanos en general, y el servilismo vendido en una caída sin fondo son un triste y lamentable espectáculo de los pocos meses de ínclita gobernación del país. Para rematar la jugada, porque cada día se produce una jugada nueva, distinta o que rebosa sobre la anterior, ellos, los de la arrostrada valentía patriótica de pacotilla, pretenden escaparse de dar explicaciones. Leo ahora mismo que este año el presidente ha decidido que no tenga lugar el debate sobre el Estado de la Nación (hay que ver qué bonito suena, ¿de dónde se habrá copiado?) Me da igual cómo lo justifiquen; dice muy poco sobre su fe en la Democracia y contiene una dosis enorme de desprecio a los conciudadanos, incluidos los que les votan a ellos. En unos momentos en que se necesita urgentemente que se clarifique la embrollada situación de España donde tiene que hacerse, en el Congreso de los Diputados, que para eso existe, el señor presidente reacciona a la defensiva. ¡Y estos son los que pretenden salvar al país!





Este tipo de gente  -tecnócratas de bajo nivel, politiquillos provincianos (con respeto a las provincias) y caciquiles, profesionales de la política sin mayor afán que perpetuarse como casta, cortejadores y carreristas de la pirámide de su propio partido-   ya fue excelentemente dibujada por Don Antonio en sus escritos, a través de su heterónimo Mairena. Por supuesto que el siguiente párrafo no es aplicable con carácter exclusivo a los políticos y gobernantes del PP, sino que podría aplicarse a todos aquellos que medran y se regodean de la utilización del cargo público para su propio beneficio.


“La verdad es -hubiera comentado Mairena- que la química debe al arte cosmética y al deseo de engañar al prójimo tanto como a la guerra, o al deseo, no menos vehemente, de aniquilarlo. También es cierto que nadie sabe a punto fijo de qué se tiñe y que, en cuestión de afeites, el hombre propone y la tintura dispone.

Hay en el mundo -decía Juan de Mairena- muchos pillos que se hacen los tontos, y un número abrumador de tontos que presumen de pillos. Pero los pillos propiamente dichos, que no siempre son tontos, suprimirían de buen grado la mentira superflua, es decir, la mentira que no engaña a nadie, porque, como dijo un coplero,

Se miente más que se engaña
y se gasta más saliva
de la necesaria.

Pero los tontos propiamente dichos, que son un número incalculable de aspirantes a pillos, se encargan de mantener en el mundo el culto de todas las mentiras, porque piensan que, fuera de ellas, no podrían vivir. En lo cual es posible que tengan razón.”






17 comentarios:

  1. Genial y el fragmento de Machado demuestra que en este país nunca cambiara nada.

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  2. Trapecista, agradezco tu paso por aquí. No es que me fascine tener que censurar o manifestar mi desacuerdo con los políticos que mandan, porque es fácil ser proclive a cierta imprecisión expresiva o a un conato de opinión que siempre resulta insuficiente, pero el cuerpo pide mostrar las discrepancias. Están pasando cosas de tal calado sobre las que ignoramos casi todo... Sobre las cuales se nos oculta o se nos miente con descaro y desprecio. Es lo que más me revienta.

    Recurrir a un autor que veía con claridad empírica las maneras de ser y actuar de los españoles en su momento, para comprobar después que sus observaciones siguen en vigor resulta hermoso por una parte, pero terrible por otra.

    Un saludo cordial.

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  3. Es que Juan de Mairena lo veía todo tan claro como si lo estuviera viendo ahora mismo...hasta vio a "Maria-no"
    como a Don Nadie...

    Siempre resulta refrescante leerle.

    Un abrazo.

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  4. Lo que me alegra saber que hay más gente que valora a Machado...

    Tu frase del Don Nadie me encanta.

    Hay que expresarse. El territorio de la opinión, del desahogo o simplemente del expresarse no hay que cederlo como aquel derecho de primogenitura bíblico...si es que no queremos renunciar a nosotros mismos.


    Un abrazo.

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  5. Pues hasta tengo un post dedicado a eso, cuando la investidura...

    Machado como poeta
    Machado como observador de la vida.
    Muchas veces releo al maestro Juan de Mairena...y me gusta que usted haya adoptado su nombre.

    Un beso.

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  6. La verdad es que resulta descorazonador el que los males de este país muestren esa tendencia a perpetuarse. Es como una constante secular. No se ve propósito de enmienda. Los que tanto insisten en el lastre de "la herencia recibida", ponen gran empeño en su perdurabilidad, sin eludir la responsabilidad que a todos corresponde, individual y colectiva. Como los mineros de Asturias, yo no estoy indignada; estoy hasta los... Por cierto, conflicto a tener en cuenta, tangencialmente tratado por los medios de comunicación. Los mineros, una vez más, ejemplo de lucha y dignidad.

    Un abrazo.

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  7. Marián, espero se me disculpe el atrevimiento de usurpar el nombre, el heterónimo, de Don Antonio, pero su magisterio me resulta tan imprescindible como mi segunda piel (o una de ellas) y no pude evitar.

    No es mala cosa que lo tengamos como referencia. Simplemente el hecho de traer aquñi su actualización creo que es positivo. Como lo que dijeron los Quevedo, Larra, Blanco White, Cadalso o Juan Goytisolo, etc. etc. que son antiguos absolutamente contemporáneos. De ahora mismo, vamos.

    Bebamos en las fuentes de quienes nos sacian siempre. Que la sal de la ciudadanía y el ácido sulfúrico de nuestros gobernantes ya nos caldean bastante.

    Un abrazo.

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  8. Disculpa. Juan Goytisolo no es un antiguo, pero bebe de las mejores tradiciones hispánicas. Para mí también supone magisterio.

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  9. Salamandrágora. La herencia recibida viene de siglos y de las mismas castas. El anterior presidente y su partido se metieron también a aprendices de brujo. Yo no esperé mucho de ellos, no cabe esperar demasiado de la socialdemocracia salvo que al menos hubieran obrado con más inteligencia. Ni siquiera resolvieron o dieron un paso adelante en el mal secular de España: la Iglesia. Pero es agua pasada.

    La herencia, ya digo, viene de muy atrás y reside siempre en la actitud de las mismas clases sociales que patrimonializan la sociedad, las instituciones, la economía, etc. El siglo XIX no pudo consolidar una actitud liberal y progresista que perviviera y cuando en el XX se trató de dar un paso adelante, ya sabes lo que aconteció.

    Un país con cuentas pendientes, que siempre cierra en falso las frustraciones, los desencuentros y las heridas, pues eso, tiene muy mala cura. Si le sumas el nivel de actitud cultural, de conocimiento y de perspectivas, pues que el Azar nos coja prevenidos.

    Comparto ídem que tú lo de los mineros castellanos, leoneses y asturianos. Lucha relegada por los medios y por la sociedad. Paciencia.

    Un abrazo.

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  10. Isabel, gracias por pasarte. Un tema que hiere mucho. Llevo un tiempo entendiendo aquello que nos enseñaron en mis tiempos de estudiante sobre la generación del 98, el "me duele España". Ya ves. Probablemente porque mi concepto de tal, que es machadiano y no de los que se movilizan y cuelgan banderitas por un campeonato de fúrbol, me exige y me perturba. Qué se le va a hacer.

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  11. Como siempre, impecables reflexiones. A estas alturas, lo que uno pretende de quienes -se sabe- están "arriba" sólo en función de su propio beneficio (o como mucho, el de su propio entorno)sería al menos, que fueran coherentes y sin doble discurso a la hora de plantear políticas. Pero no... aparentemente tomar de idiotas al resto, (a los pobres tontos irremediablemente atados a sus decisiones) parecería servirles como aliciente en la reafirmación de su poder.

    Un abrazo

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  12. Me gusta leerte por el dulce tono que imprimes y si... el Sr. Rajoy es un tonti-pillo, mentiroso compulsivo que siempre hay que entenderle al revés, pues no se sabe manejar con la claridad de la verdad.

    Un abrazo.

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  13. Neo, sobre todo rabiosas, indignadas, crispadas reflexiones, aunque uno intente ser calmo. Es que va a triunfar una vez más toda esa ineptitud, porque las fuerzas superiores que hay detrás imponen sus normas y les importa un bledo que nos engañen o que nos respeten. Es más la apariencia, pero se están riendo descaradamente. Como todos tragamos, pues está asegurado todo este proceso de imposición del nuevo feudalismo. Cada día me encuentro por la calle con amigos a quienes les han echado ya no solo de empresas privadas sino de las públcias. Porque el sistema, este Estado, esta patria de mentira solo tiene el destino de la privatización, para dar negocios a multinacionales, nacionales e híbridas. Si el futuro de los servivios públicos es su abolición para dar paso al negocio privado, con todo lo que implicará de coste y de bajas condiciones de trabajo y sueldo para sus empleados, ¿cómo se llamará? Yo veo paralelismos con el feudalismo, y las armas existen, serán variadas (la información y la informática una de ellas) aunque se oculten. Pero las relaciones de empleados y de usuarios, ¿cómo será? Si España y Europa va a ser esto,qué triste.

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  14. Ysupais, vaya, no me imaginaba con tono dulce, porque la procesión va por dentro. Pero si lo percibes así, me alegras. Poque uno, no obstante su queja o, mejor dicho, su quejío, procura tener autocontrol y cuidado con las palabras, que no deben reprimir lo que uno siente. `Y francamente, prefiero evitar mencionar el nombre de todos estos innombrables y menos darles el gusto de poner su foto, que bastante salen sus rostros mediocres y obscenos.

    Gracias por el estímulo de esas impresiones.

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  15. Ha llovido desde entonces y el suelo permanece seco.

    Hay,puedo asegurarte porque lo he visto, montones de gente, y digo montones porque se apilan en un mismo género,que quieren una dictadura, que dicen que con Franco todo funcionaba mejor, que se han quedado en un viva España y siguen muertos en ella. Hay demasiados atascos en el avance de la libertad, demasiadas cloacas que susurran bajo las pisadas que quieren avanzar.

    Que añoranza de Machado, suerte que nos legó sus neuronas, tan sanas, tan cuerdas.

    un abrazo

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  16. Genetticca. Hondas diferencias entre quienes tienen nostalgia de los asesinos (defensores del orden ejemplarizante los llamarían ellos) y los que añoramos el mensaje machadiano del respeto, la tolerancia y la libertad. Desgraciadamente, muchos no entienden que ésta no es algo que se otorga sino que hay que hacerla, otros dicen conquistarla, otros hacerla avanzar.

    Si el individuo se deja arrastrar por su renuncia, por el miedo y por la prédica de los falsos profetas, ¿qué cabe esperar?

    Estos mismos patriotas de falsete de ahora son los mismos que mañana se entregarían al fundamentalismo islámico si fuera preciso. Funcionan todos ellos por el miedo a la libertad.

    Un abrazo.

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