Digamos que se trata de expresión popular. Que, de manera análoga a como la publicidad comercial lanza sus mensajes, el espontáneo ciudadano reproduce los suyos. He aquí un ejemplo de cómo el significado metafórico se ha impuesto al lineal. Por supuesto, uno se puede identificar con la frase o sentirse alejada de ella. En lo que discrepo relativamente es en esa parte en letra pequeña del mensaje: todos. Nunca he aceptado que se nos involucre a todos, que se invoque la totalidad. Los políticos, por ejemplo, son muy dados a hablar de que todos los españoles saben, quieren, desean, reclaman… Lo lanzan principalmente en este proceso preelectoral la derecha, arrogándose la totalidad y la representatividad del conjunto del país. Como si España fueran ellos. Aberrante. Lo comunican también los publicitarios con un tono sacro mundano y con sibilina frecuencia. No en vano los intereses de ciertos políticos, industriales y comerciantes convergen en un solo dios: el mercado. Pero quiero salvar al grafista que sobre el banco ha añadido, probablemente al final, esa asunción de la totalidad. Quiero sospechar que tiene una intuición de que las cosas no van a pintar bien para un sector amplio de la sociedad, no sé si mayoría o totalidad. De que la crisis y recomposición del sistema va a traer fuertes sacrificios para muchas clases sociales, probablemente las obreras y las llamadas medias. Y en ese sentido, el grafitero librepensador lanza más un aviso que una arrogancia. Una invitación a pensar más que pedir un voto o vender un producto. Sinceramente, he agradecido que este banco de parque de barrio hable. Los otros bancos ya están hablando demasiado, exigiendo demasiado, pero apropiándose de la voz callada de los ciudadanos que son quienes les inyectan dinero a través del erario público para el rescate de sus agujeros negros.
Quien tenga que dormir en ese banco lo podría contar mejor que nadie. Besso.
ResponderEliminarSabias y perspicaces son tus palabras, Kalíkrates. Y mira que hay gente durmiendo en bancos, portales y cajeros.
ResponderEliminarLos que están "jodidos" son los de siempre. Hay otros que lo fingen para ganarse el favor general. En fin, coincido con "emejota", el más jodido es el que tenga que pasar la noche en ese banco...
ResponderEliminarUn saludo!!
Así, es Aparicio. Los de siempre. Bien dices. Hay otros que finjen, están jodidos y encima se creen que quienes más les hunden ordinariamente les van a sacar del pozo. De risa.
ResponderEliminarSaludos cordiales.
A veces llego a pensar que hay una mente brillante tras el pincel.
ResponderEliminarLuego, cabalgando rutinas, aprendo que hay muchísimas mentes brillantes que no tienen pinceles. Van de ojos vendados, amordazados, atados de pies y manos por los problemas de trabajo, familia, salud, vivienda y nada más transcurren la vida.
Pocos tienen tiempo para engrosar la fila de opositores al status quo, pocos tienen medios, pocos tienen ganas,
y aunque sea un contrasentido, insufla mi esperanza desmedidamente, porque la obra que beneficia a muchos, la piensan los locos y la construyen unos pocos.
Un abrazo!!
El contestatario que pintó el banco ejerció su libertad de expresión. ¿Por qué iba a ser más inmoral o ilegal o subversivo que los que todos los días hacen periódicos malsanos y destruyen con ese objetivo los bosques para dilapidar la materia prima que sólo difunde necedades? Ingenio siempre hubo en España en abundancia. Organización y esfuerzo, menos. Tesón constructivo escasea. Aunque todo es cuestión de tiempo. Acaso nos hemos vuelto todos muy exigentes. Tenemos razones pero no seguridades para engrosar filas de opositores con una oposición de raíz que merezca la pena.
ResponderEliminarNo sé. Gracias por expresarte, Omar.
Recurriendo a las generalizaciones se tiende a caer en la simpleza y la falacia de pensar que todos somos, sentimos y pensamos igual,cuando en realidad es la múltiple diversidad la que construye la personalidad de un pueblo.
ResponderEliminarQuienes se arrogan el derecho de pretender interpretar las necesidades de la gente suelen tener -no todos, porque también yo caería en la misma generalización manipuladora- el oscuro interés de manipular la voluntad popular en su propio beneficio.
Hay que andarse con mucho cuidado a la hora de aceptar liderazgos o elegir representantes.
Un abrazo.
Neo, me alegra oír tu argumentación. La pluralidad no es solo cuestión de un pueblo, es cuestión fundamentalmente de cuantos individuos constituyen una individualidad por una parte y un conjunto por otra. Nunca he sabido muy bien por qué los predicadores, los doctrinarios y los vendedores se arrogan el derecho a hablar en nombre de la totalidad. Debe ser porque al hacerlo pretenden conducirlos en la dirección que ellos desean. Pero, por contrapartida, los individuos deberían ser suficientemente rebeldes, luego conscientes y decisorios, para no dejarse. Nunca es un asunto claro generalizar los problemas de una sociedad, de una cultura, de una Humanidad.
ResponderEliminarGracias, Neo, por hacerte visible.