(Fotografía de T. Enami)
Las conmemoraciones o aniversarios de sucesos graves no resultan útiles si no nos conducen a la reflexión. De poco sirve recordar cómo el terremoto de Japón de hace un año desoló y causó tantas víctimas, involucrando a las centrales nucleares, si posteriormente no se analizan los riesgos y, sobre todo, no se toman medidas tajantes sobre la caja de Pandora nuclear. De poco sirve seguir evocando la barbarie del 11M de 2004 causada por fanáticos islamistas, que además de víctimas causó un trauma social, si no meditamos sobre la intolerancia, el fundamentalismo religioso y las ideologías cerradas, sean ajenas o propias.
(Fotografía de W. Eugene Smith)
Parece que la lección japonesa solo se entiende parcialmente. Se desvía el problema, culpabilizando a las fuerzas de la naturaleza de la tragedia. Es cierto que éstas siguen teniendo la palabra con frecuencia, y eso me hace recordar una cita del Libro del Tao: El cielo y la tierra no tienen benevolencia alguna, todas las cosas son para ellos como perros de paja. Pero precisamente por esa razón es por lo que habría que tener en cuenta los riesgos diversos que supone mantener lo nuclear como fuente de energía. Con la actitud de la mayor parte de los países que la utilizan de mantener sus centros de producción, incluso prolongando su vida útil (la de Garoña, en Burgos, es un caso exagerado, confirmado por el Gobierno) no se coopera ni al salto a las energías alternativas ni a la seguridad. El meollo del asunto, que se disfraza con la supuesta necesidad de abaratar la obtención de energía, estaría más bien en la obtención de beneficios por parte de las empresas de electricidad, fin vinculado al modelo productivo en vigor.
(Composición fotográfica de Misha Gordin)
¿Y la lección de la intolerancia violenta? ¿La hemos aprendido? Por un lado, las políticas hegemónicas de las grandes potencias, que no dan su brazo a torcer y, paralelamente, la pervivencia de regímenes políticos compuestos por clanes y grupos religiosos, no son el mejor caldo de cultivo para el entendimiento entre pueblos y por el diálogo colectivo. No es la geoestrategia actual el mejor escenario para favorecer la distensión y desproveer a los fundamentalismos de excusas y argumentos que convierten más tarde en violencia. Está por ver si las revueltas que tienen lugar en una extensa geografía van a acabar con buen pie o van a ser aquello de cambiar algo para que todo siga igual. De todos modos conviene no olvidar que el patrimonio de la intolerancia y el fanatismo no reside en ningún pueblo o mentalidad en concreto, sino que es un oleaje que históricamente se ha desatado en todo tipo de naciones. De ello, Europa sabe bastante, desgraciadamente.
(Fotografía de W.Eugene Smith)
Es triste comprobar que, después de los años transcurridos de la matanza del 11M, cierta prensa y ciertos politiquillos (aunque a los que ya están en el Gobierno no les interesa tanto el tema), apoyados por un fiscal, sigan erre que erre dándole vueltas a la teoría de la conspiración. No les basta con sembrar la desconfianza, hurgar en las heridas y deshonrar la memoria de las víctimas. Probablemente, ese sector de intransigentes y paranoicos interesados sean los mismos que aún mantienen nostalgias por la dictadura pasada, que se frotan las manos por la condena a Garzón o que se rasgan las vestiduras por pretender la reposición moral de las víctimas de la barbarie franquista. Quiero pensar que son una minoría. Pero escucho a Pilar Manjón decir que las víctimas siguen siendo objeto de mentiras falaces e impúdicas, insultos y amenazas, y pienso en los bárbaros de casa.
(Composición fotográfica de Misha Gordin)
Nos guste o no el Tao es es Tao, es decir lo único que aparentemente es, al menos para mi.
ResponderEliminarFuera del entorno del Tao, que algún espacio queda, solo comentarte que en Barna disfrutamos y degustamos de lo lindo, muchísimo, un verdadero placer una amiga común y servidora. Creo que se ha creado un vínculo, ¿será el Tao? Bs.
Ya te vale, MJ. De la gravedad de todo el tema (independientemente de que mi discurso sea fugaz y superficial) te quedas con lo del Tao. ¡Pero hasta el Tao tiene truco! Y tiene mucho que ver con las artes de la guerra, que los occidentales nos dejamos deslumbrar por todo.
ResponderEliminar¿sabes?
ResponderEliminar.
vivo en un país hipócrita, que segrega, que golpea mujeres, que tiene torturadores andando las mismas veredas que los torturados, que aún no sabe el destino de decenas de desaparecidos, en el que se extranjeriza el 40% de las tierras, en el que los inversores no pagan impuestos, que el 80% de la recaudación fiscal proviene de los trabajadores, que se ningunea a los jóvenes o se los utiliza, que se olvida de los viejos porque el 60% de los jubilados no cobra ni una décima parte de la canasta básica,
y más, che, más,
pese a todas esas heridas abiertas, me conmueven los atentados, los desastres naturales, el dolor de las gentes
saludos
PD esta vez me has destrozado con las imagenes
Es cierto, las imágenes son magníficas y demoledoras, cuando las veo pienso p... vida.
ResponderEliminarEn cuanto al Tao, claro, claro, claro, la vida se inició a causa de una escisión en su "perfecto supuestamente, pero seguramente aburrido equilibrio" y la controversia consigo misma, es decir la acción, llámale guerra. Y se estableció automáticamente el jueguecito bipolar que tan bien se conoce desde la antiguedad. Luego vamos y lo traducimos en hechos exteriores, bien propios de la corteza superficial de nuestro planeta. De otro modo ¿dime? se podría acaso saborear la paz.
Lo mismo ocurre con la personalización, es una faena, un dolor, pero a veces, como mi encuentro con personas afines, un verdadero placer... y placer también es acción.... ¿y guerra? y no acción ¿la paz?. De acuerdo, de acuerdo, ya me vale. Bs.
Omar, me impresionas. A todo hay quien gana...a peor, por lo que me cuentas. Tu testimonio sí que me deja mudo. ¿Querrán aquí que naufraguemos en esa dirección? No quiero ni pensarlo. Gracias por tu sensibilidad. Mientras no la perdamos, che...
ResponderEliminarEmejota. Os recomiendo busquéis en la Red a los fotógrafos que traigo aquí, o en el blog de joachim&malik, donde vienen en la columna de la derecha.
ResponderEliminarW. Eugene Smith es fascinante, por su amplio trabajo en diversos escenarios (Segunda Guerra Mundial, España, Japón, África)y vi en Madrid una vez una exposición que me dejó tocado. La foto de la mujer japonesa y su familiar agónico tiene que ver precisamente con otra tragedia de los años 70 en Minamata, Japón, por contaminación marina debido a una industria química. La de la mujer con velo negro es de un pueblo extremeño a principios de los 50. Luego, del otro fotógrafo, Misha Goldin, no sé mucho, pero es una fotografía preparada de una dimensión también impresionante. La de lenguajes que puede crear la cámara, ¿eh?
T. Enami es una joya, un fotógrafo japonés del siglo XIX, algo único. Yo he visto fotografías originales suyas en cierto Museo de Arte Oriental y es tal cual.
Sobre el Tao, para otro rato, no me siento muy taoísta esta noche. Buen relax.
Hola Juan.
ResponderEliminarCada vez somo más y exigimos más. Queremos tener de todo, mejor que sobre que no falte. Pero en el concepto pensar, discurrir, concienciar, preferimos que falte a que sobre.
Digo esto porque las centrales nucLeares son una exigencia de la sociedad de consumo, que consume, pero no quiere saber nada de lo que acarrea el consumismo ni de sus esigencias para ser cubierto.
Las desgracias naturales son un ejercicio de reflexión, uno se da cuenta de lo inutil del consumismo
y de lo frágiles que somos.
Todo cuanto ocurre es porque toleramos, nos quejamos, pero resistimos. Dejamos en manos ajenas nuestra responsabilidad, así que nos merecemos sus exigencias.
Del 11M- que bestialidad; si hasta eso, que conmovió las entrañas de todo el país ha llegado a ser una cosa pasada para los que han votado a los que probocaron la barbárie...que quieres, que esperas de este país falto de cordura y corto de memoria. Yo cada vez me vuelvo más humanamente vieja, cada vez creo menos en la capacidad de regeneración y me asusta la masa, no la de hacer pan, si no la masificada, la aborregada, la que no lucha pero mata.
Las fotografías muy viscerales.
Un abrazo
Genetticca. Se te echaba en falta. Cierto lo que dices: queremos máximo con mínimo. No solo por el precio en coste económico personal o recaudatorio, sino porque no indagamos sobre los riesgos. LO mismo ha pasado en general sobre todo el desarrollo del último siglo. El precio de la contaminación ambiental es demasiado alto, pero parece no importarnos. ¡Y ya no hay fronteras! La mierda la generamos entre todos y la destrucción no tiene límites. Ese es el lado oscuro del consumismo atroz. ¿O tal vez no tiene otro lado?
ResponderEliminarEl 11M...fue algo que la derecha no digirió jamás. No digirió su propia incompetencia al gobernanr el país (ya veremos lo que sale del presente ciclo) y su recurso a la mentira les puso la puntilla electoral. No preveyeron que las políticas de apoyo a los USA pudieran encender demasiadas mechas. Incluso la de la barbarie terrorista. Quien pagó el pato fueron los de siempre, los que iban a currar cada día en el transporte público. Que no se rasguen ahora las vestiduras hipócritamente, que aún les recuerdo diciendo: meteros a vuestros muertos por donde os quepan, para que vengan ahora con que son ellos quienes los defienden. No tienen ni honor, ni vergüenza, ni moral. Son unos desaprensivos.