hoy es siempre todavía

martes, 1 de mayo de 2012

Pintan bastos




Asusta pensar hasta qué punto pueden los hombres propugnar la paz y trabajar para la guerra futura, defender el orden social establecido y contribuir a su más implacable subversión; aterra pensar cuánta es la fe de la política europea en la retórica mala, en la virtud de las palabras horras de todo contenido, como parapetos defensivos contra las realidades futuras, como banderas para alistar incautos, o como armas arrojadizas con que achocar al adversario.


Si este párrafo lo dejara tal cual, sin comillas ni cita de autor, ¿quién podría averiguar que no se está hablando del presente? Y no obstante, el párrafo es del Juan de Mairena de los últimos años de la vida de Antonio Machado. Que eran, a su vez, las vísperas de la gran barbarie europea. Pero el tufo de la siniestra crisis europea de nuestros días, que nadie acierta a precisar con exactitud ni su dimensión ni su tiempo, me lleva a meditar las palabras del poeta español.



Cuando lo que está pasando resulta oscuro e ininteligible para los ciudadanos. Cuando las medidas que se toman y los efectos que se derivan son principalmente contra los ciudadanos. Cuando el precio que hay que pagar por solventar las dificultades de los sectores financieros y de la hacienda de los Estados va a correr a cuenta del ciudadano común, ¿no estamos viviendo ya el principio de una especie de situación de enfrentamiento, posiblemente a varias bandas, que aún no se define ni se manifiesta en todas sus peligrosas posibilidades? La inquietud, el enfado y el desconcierto crecientes entre la población, contenidos o alimentados desigualmente en unos u otros países, pueden traducirse en un comportamiento menos pacífico que la mera protesta, de no cambiar el rumbo los dueños del FMI, del Banco Central Europeo y de los Estados que cortan más el bacalao en Europa.     
  



De un tiempo a esta parte me encuentro a amigos que con frecuencia echan las muelas por la situación del país. Gente sencilla y generosa que lleva toda la vida esforzándose, soñando con que alguna vez las dificultades se solventarían y que las escaseces, penurias, carencias e inseguridades sufridas en carne propia en el pasado no se volverían a conocer. Esos cuatro términos no quieren decir lo mismo, aunque lo parezca. Y en ellos se engloban tanto las necesidades más elementales de subsistencia alimentaria o de hábitat, como las de disponer de trabajo, de conocimientos, de estar atendidos ampliamente por el Estado para el que se tributa espléndidamente o disponer y ejercer las libertades. Ese tipo de personas están sufriendo mucho últimamente por lo que ellos consideran retroceso en el peor sentido del concepto, y algunos empiezan además a expresarse con una virulencia, cuando no odio, que les hace perder su referencia pacífica al expresar su descontento. Es decir, hay gente que empieza a insinuar el uso de otros medios de autodefensa nada legales  -la licitud es otro asunto a tratar aparte-  si los gobernantes se empeñan en atornillar las vidas e ignorar los argumentos y el descontento de los sectores sociales. Puede que esa gente hable con la boca grande, como desahogo, pero el espíritu les arde.




Malo sería entrar en terrenos de expresión violenta, porque entrar es fácil, pero conduciría a una espiral de la que se sale mal, generando además mucho sufrimiento, proporcionando a mayores a los gobernantes motivos con los que harían demagogia y justificarían sus actos represivos. Resumiento: hay ya un sector importante de la sociedad que se siente agredido por la casta que gobierna el país. Nadie desea el desencadenamiento de la violencia de los de abajo. Pero tal vez es el momento de recordar que la violencia es ante todo una conducta larvada, pertinaz y vinculada al ejercicio del poder. Que el poder encarna violencia latente por su propia existencia y condición de imponerse sobre la ciudadanía. Mientras una sociedad se mantiene en un equilibrio más o menos estable, la fuerza bruta permanece agazapada en los cubículos de las castas oligárquicas y del Estado. Pero cuando la falta de trabajo, por citar el caso más escandaloso, lleva camino de convertir a seis o siete millones de ciudadanos en un ejército desesperado de parados, ¿qué cabe esperar?




Pintan bastos. Ya lo ha dicho en plan chulesco el ínclito presidente del Gobierno de España: con el consejo de ministros de cada viernes, un nuevo recorte. La atrocidad no va a parar. Hoy es Uno de Mayo, miren qué casualidad. Si alguien pensaba que el Uno de Mayo era una monótona fiesta ritual o una excusa sindicalista o una fecha sinsentido o algo que había pasado ya a la historia, que medite sobre lo que acontece. Por que esta suerte de infelicidad en ciernes sobre la sociedad española puede estar haciendo renacer un símbolo que ha permanecido aletargado. Conviene abandonar la ingenuidad: hay que preguntarse y responder quién carga el arma de la inquietud social, de la inseguridad colectiva y del cabreo generalizado






* Las obras plásticas adjuntas pertenecen a la serie Náufragos del pintor mejicano Sergio Garval.


20 comentarios:

  1. Buena critica y magnifica reflexión que además bordaste con tan buenas pinturas,.. Un saludo amigo por tan buen post.. hace pensar….

    ResponderEliminar
  2. Perroverde, agradezco tu paso. Soy consciente de que son polémicas algunas cuestiones que se plantean, pero te aseguro que no me las invento. Pinta chungo el futuro y no me gustaría que perdiéramos la cordura nadie. Pero se masca la agresión en el ambiente, la que es causada por la política y la tomadura de pelo que nos han caído. En este país se habla de millones de parados como se ha estado hablando de millones de euros ¡casi como broma! Ya va siendo hora de que entendamos que el futuro se nos presenta enigmático y oscuro. Solo pido que, al menos, no me cuenten mentiras, que no hablen los gobernantes en mi nombre ni pretendan embarcarnos en causas extrañas (la vena "patriótica" suele suscitarse por los populismos cuando tienen dificultades) Que no me insulten pidiéndome más sacrificios.

    En fin, tiempo habrá de seguir diciendo cosas.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. Chapeau, don Juan!

    El 1º de mayo tiene que estar, en estos tiempos, más vivo que nunca en la calle y el espíritu.

    ResponderEliminar
  4. Freia, gracias, son impresiones sobre la marcha, tal vez poco ortodoxas. Y siempre me han repelido las celebraciones laicas descafeinadas. Yo conocí la celebración cargada de sentido y arriesgada de los uno de mayo de antes de la democracia. Creo que lo que tiene lugar ahora le otorga un carácter renovado, esencial, de recuperación de valores e ideas que acaso han estado dormidos y difusos. No soy tampoco un creyente por sistema. O los símbolos se cargan de significado o son religión. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  5. Casilda, ya sé que las cosas son mucho más complejas. Pero hay que aportar datos de opinión y debate. Para uncirse al yugo ya tuvieron los humanos a los bueyes (también, desgraciadamente, y a más a más, los humanos tiranos tuvieron a otros humanos, y eso persiste)

    ResponderEliminar
  6. Te felicito por el artículo!...intentar agregar algo sería redundante, y lo que se me ocurre sólo pone el acento en lo que has dicho.
    Las imágenes que acompañan, mostrando al desnudo y desprotegida gente común intentando equilibrarse ante el vacío, buscando no caer al suelo del infortunio, resulta una metáfora visual perfecta que agrega humanidad al espíritu del texto.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  7. Hacía muchos años que no iba a las celebraciones del 1º de Mayo y este año he asistido.La verdad es que sobran los motivos para la indignación y para responder a la violencia de estado con violencia antisistema o de cualquier otra clase. Yo percibo un gran pesimismo y un gran "laisser-faire". Viene de lejos esta actitud, que ojalá se invierta. La indolencia y la resignación son enfermedades terribles.

    Un saludo, Juan.

    ResponderEliminar
  8. Neogeminis. Lo que me suscitó el coger estas imágenes -además de su calidad, ya puse otras en otro post del mismo pintor- fue una frase que decimos en España: estar con el culo al aire. Así vamos a andar y cada vez más: desprovistos,desprotegidos, desahuciados, etc. Y por otra parte, lo que dices: haciendoo equilibrios. El que no lo haga bien, irá al pozo.


    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  9. Salam. Igual que tú, yo hacía años en que no asistía, me parecían procesiones y bastante descafeinadas. Hoy he visto mucha asistencia e indignación, como en las últimas del día de la Huelga. Parece que los vientos llevan a la gente a agruparse y a la calle. Pero no veo actitud ofensiva, así que...(dejo los puntos en suspenso) Ya se verá.

    ResponderEliminar
  10. ¡Hola!
    ¿Que cabe esperar...?
    Cuando el pueblo es vendido al mejor postor.
    ¿Que cabe?

    ¡Y quizas mejor pronto que tarde...!

    Saludos de J.M. Ojeda.

    ResponderEliminar
  11. Esta situación cambiará, cuando el "basto" esté del todo pintado: yo, ya estoy cavando mi trinchera virtual... es lo que nos espera, por olvidar (como quieren olvidar los fascistas) el pasado: estaremos condenados a repetir la historia.

    Un saludo cordial.

    ResponderEliminar
  12. J.M.Ojeda. Sigo haciéndome esa y más preguntas...Pero como ya voy viendo tantas cosas, prefiero mantener el temple. La vida da muchas vueltas, es una rueda inagotable. Calma y vigilia, hermano.

    ResponderEliminar
  13. Magnífico tu post, es mi primera visita a tu blog y volveré.
    El domingo y hoy estuve en las manifestaciones, al menos NO NOS CALLARÁN, aunque quieran meernos el miedo en el cuerpo.
    Y el regalo de hoy fueron dos hospitales cerrados en baleares..
    Un beso y buen 1º de mayo

    ResponderEliminar
  14. Utopazzo, uf. Sí, lleva camino de dominar un color, incluso en el garrote. Olvido torpe del pasado por una parte. Olvido sin haberse preocupado los españoles de indagar y saber qué y por qué. Fe ciega en un modelo como el que nos ha abducido los últimos treinta años y que no nos va a dar nada y que va a ser muy caro. Las trincheras deben estar en nuestro cerebro, pero también debe estar allí la capacidad de reorganizarnos y afrontar incluso individualmente la barbarie que llega. Yo también me pertrecho.

    Unn abrazo.

    ResponderEliminar
  15. Gaia56. O cómo los patriotas de toda la vida son los menos patriotas. Son unos sinvergüenzas, no merece la pena aplicárseles calificativos políticos. Pero si ahí lo tienes...ya están pactando lo de Urdangarin para que no llegue a cárcel. La trama ladrona de la derecha trata de establecer cortafuegos por todas partes. No han cambiado. El problema ha sido nuestra bondad, tal vez. Por permitirlo. No pintan muy bien los próximos tiempos. Aquí hay demasiadas cosas pendientes.

    Gracias por aparecer por aquí, bienvenido. Ha sido un Primero de Mayo unido, sí.

    ResponderEliminar
  16. yo sé que ni la sangre ni el hambre crean conciencia del lugar que ocupamos en el mundo, en todo caso o nos faltan o nos sobran las experiencias de zapar en la miseria (no importa el calibre de ésta)
    .
    no obstante ello, que parecería sentenciarnos a la barbarie, sucede que los pueblos por primitivos que sean, paren hombres y mujeres capaces de encabezar el camino a las soluciones
    .
    aún no lo advierto, pero lo deseo con todo mi corazón, tu causa es la mía porque así debe ser
    un abrazo

    ResponderEliminar
  17. Omar, pero nos debatimos -la especie, las civilizaciones, las culturas- entre el primitivismo bárbaro y la pretendida evolución que nunca nos salva del todo. No sé si porque el crecimiento de las sociedades humanas es desigual y combinado, como decíamos antiguamente, pero la maraña de relaciones y de conflictos que se generan provocan choques y conflictos por doquier. Por ejemplo, hoy me han remitido este enfoque, que no sé qué contiene de verdd o de análisis interesado, pero que se podría tener en cuenta:

    http://el-julepe-producciones.blogspot.com.es/2012/04/wahabismo-y-chiafobia-en-pro-del-choque.html#!/2012/04/wahabismo-y-chiafobia-en-pro-del-choque.html

    El estado de cosas tiene tan mala espina...

    ResponderEliminar
  18. he recordado la noticia de ayer:
    la limpiadora que entra en la sucursal del banco donde lleva 30 años limpiando. entra en un mal momento y el disparo de unos atracadores acaba con ella.
    tenía 64 años y pronto iba a jubilarse.
    desgraciadamente el disparo no era una metáfora pero leyéndote lo he relacionado.

    ResponderEliminar
  19. Camino. No eres la única que pensó en el tema. Yo reflexioné enseguida. Que un currito que se debe a un trabajo normal se vea envuelto, qué digo envuelto, sentenciado por unos mal nacidos que van a su historia me impacta más que si les roban al banco todo el capital. ¿Se puede decir aquello de que estuvo en el momento justo en el lugar inadecuado? ¡Ese era su frente de trabajo! Y el que estuviera a punto de jubilarse me llega al alma, para que nos demos cuenta que aunque vivimos de hacer planes siempre planea el azar sobre nuestras cabezas. En este caso un atraco casual, luego están los atracos cotidianos de guante blanco que sentencian a la gente al paro, a la degradación y a la penuria. Pueden hacerse tantas reflexiones al respecto, ¿no crees?

    No, el disparo no fue ninguna metáfora, qué acertada estás.

    ResponderEliminar