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martes, 10 de enero de 2012

Cuando Dos Passos descubría a Machado


Que en España no sabemos lo que hemos tenido parece que nos lo hubieran debido indicar los de fuera. Y tuvieron que venir viajeros europeos o norteamericanos a descubrirnos un poco el valor de los poetas españoles. Por supuesto, mucho antes de la gran barbarie y del erial en que España quedó convertida tras la matanza. En 1922 el escritor de Chicago John Dos Passos publicó un bellísimo libro de viajes a España, Rocinante vuelve al camino. Ya el título augura más que un descubrimiento de nuestro país un reconocimiento a las herencias culturales. En él, entre otros paisajes y paisanajes sobre los que explora sagazmente, dedica un capítulo a Antonio Machado, poeta de Castilla, así lo titula. Por cierto, dedica también otro a Joan Maragall, poeta catalán, precisa.

“Por supuesto, los poetas españoles no se han contentado con que la influencia del mundo exterior les llegara solo a través de Rubén Darío. Baudelaire y Verlaine tuvieron una gran influencia directa, una vez que se abrió el camino, y su peso logró refrenar el estilo florido e improvisado de la poesía romántica española. En la obra de Antonio Machado  -quien está empezando a ser considerado una figura central-  hay una contención y una concisión de estilo poco frecuentes en cualquier poesía.

No quiero decir con ello que Machado pueda ser considerado en sentido real discípulo de Darío o de Verlaine; más bien debería decirse que, en una generación ocupada en su mayor parte en imitar con más o menos éxito a estos poetas, la poesía de Machado destaca por su particular originalidad y personalidad. De hecho, excepto por los poemas de Juan Ramón Jiménez, sería en América e Inglaterra más que en España, en Aldington y Amy Lovell, donde encontraríamos objetivos y métodos análogos. La influencia de los simbolistas y la turbulenta experimentación del nicaragüense han acabado con el rimbombante estilo romántico español, como se acabó en el resto del mundo en la segunda mitad del siglo XIX. En la obra de Machado se están desarrollando unas maneras nuevas.”


Y Dos Passos reproduce una selección de poemas de Machado, pertenecientes a Soledades y Campos de Castilla, dando a conocer así al mundo en tan temprana fecha el valor de un poeta que se iba haciendo y consolidando. Volveré en otra ocasión al citado librito del escritor norteamericano. Porque apuntando con su ojo clínico, ve el trasfondo de la compleja y desasosegante historia española y del alma de sus pobladores.  

                                     

10 comentarios:

  1. Hasta que el pueblo las canta,
    las coplas, coplas no son,
    y cuando las canta el pueblo
    ya nadie sabe el autor.
    Así decía Manuel Machado, y porqué no pensar que estaba pensado en su propio hermano.
    Quizás el gran Antonio, nos legó la maravilla de sus letras para que admiráramos sus paisajes, sus sentimientos y su simbolismo, no para sustentar su ego.

    lo que se pierde de nombre
    se gana de eternidad, seguía diciendo un perfecto olvidado como Manuel

    Hace un año, no más, he comenzado a escribir para arrastrar los ojos hacia los clásicos, y aunque poca bola me dan, no cejo en mi empeño
    Hay errores más grandes que el mío, en tiempos que la metáfora y sobre todo la absurda se considera en exclusiva como la poesía de nuestro tiempo.
    Mi reloj va hacia atrás en eso y en lo que respecta a la bohonomía de los hombres para con los hombres. Estoy perdidoso, pero no vencido.
    Un abrazo fraterno, el oriental

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  2. Muchas veces hace falta que lleguen ojos de afuera para tener en su justo sitio -para bien o para mal- la valía de nuestra propia gente. Por supuesto no habrá sido este norteamericano quien descubriera a Machado, pero vienen bien rescatar la mirada de un viajero de aquellos años para ubicarnos cómo se lo comenzaba a ver en su tiempo.

    Un abrazo.

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  3. Es que, después de todo esto, ¡qué decir! Y más, trantándose de Don Antonio... Hace falta leerlo y releerlo, aunque es tan bestial como Poeta que desde la primera lectura ya habla a prácticamente todo el que se acerque.
    Me refiero a las relecturas necesarias para encontrarse con él. Para sentirlo. No vale con saber que es el mejor (al menos, a mi parecer y respecto a un lector ambicioso). Machado dialoga. Toca. Y sacude. Y para eso, hace falta releer. Es grandioso sentarse teniendo entre las manos 'Por tierras de España' y llegar a ver esa "sombra de Caín"... ¡Eso sí que da miedo de tan real que se muestra! Y si empezamos a ver las similitudes de esa España que Machado describe en su obra, con la de ahora... Apaga y vámonos, que dicen en mi tierra...

    ***

    Perdone usted, Don Juan, me caigo de admiración por él. Sin hablar de su hermano Manuel... ¡Vaya dos! Pero, a lo que yo venía primeramente y acabo olvidando. ¿Sabía usted de lo poético que tiene la estación del AVE de Segovia y su relación con Machado? Ya le contaré, si usted quiere.

    Un saludo, PeterP.

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  4. Oriental, eleva ese ánimo, que nadie va a leer o escribir por ti, sino tu mismo. Y nada de melancolías. Ya sabes lo que Sancho Panza recomendaba a su señor: "No se muera vuesa merced, señor mío, sino tome mi consejo, y viva muchos años; porque la mayor locura que puede hacer un hombre en esta vida es dejarse morir, sin más ni más, sin que nadie le mate, ni otras manos le acaben que las de la melancolía." (Capítulo LXXIV)


    Los clásicos dan bola si nos lo pide nuestro porpio cuerpo; tiene que salir naturalmente de nosotros el buscarlos. Y respecto a la bonhomía d elos hombres...qué decirte a estas alturas, sino que la bondad no es una característica de nuestro tiempo como tampoco lo es la piedad y el apoyo mutuo. Tendremos que reaprender.

    Un abrazo.

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  5. Neo, supongo que Antonio Machado fue descubierto por muchos españoles en su momento, pero no por tantos de fuera de España y que hablaran de él al mundo. Y que ese librito de Dos Passos, como muchos otros de viajeros, circuntanciales o de apoyo internacionalista en la Guerra Civil, son una mirada exterior que sorprende por su aproximación y enjundio.

    Un abrazo.

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  6. DevaneosPPan. Me alegra conocer su opinión sobre Machado. Naturalmente que leerlo es dialogar. Incluso intradialogar con uno mismo. Eso me sucede con lo que se muestra en el Juan de Mairena. Hay párrafos que quien me habla no es un escritor con nombre y apellido y otro tiempo, sino que es algo fresco y reciente, y como normalmente lo leo por las noches, tiene un noséqué de meditación nada jesuítica ni agustiniana, por cierto, pero sí vinculante con la experiencia de vida actual. Y con mis propias inquietudes. Ese saber que lo que leo está en vigor es una luz torrencial, mas también un apuro y una tristeza, porque eso me dice también que circunstancias, conductas y sucesos
    varios permanecen sin ser superados.

    A Don Manuel Machado lo tengo prácticamente desconocido y no sabría ni por dónde empezar a leerle.

    Con ese final suyo de lo poético de la estación del AVE con Machado, me confunde PeterPan. Sé que la estación del AVE de Segovia se llama Guiomar y...por cierto, ¿no era Guiomar un personaje amado de la vida de Antonio Machado? ¿Por qué su nombre, si es que se trata de la misma persona, a la nueva estación? Soy todo esponja.

    Buena noche.

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  7. Al parecer, la estación de tren recibió el nombre de Guiomar, pseudónimo de una actriz madrileña de segunda (Pilar Valderrama), porque cerca de ahí, que entonces, igual que ahora, no debía de haber más que montes y encinillas, se encontraban ambos amantes por ser lugar perfecto para preservar la identidad de la nueva amada machadiana, ya que ésta, que hasta en sus poemas salía, era 'bien' casada con un pollo madrileño.
    Y también, porque en la estación vieja de trenes de segovia, era donde él componía, esperando el tren hacia Madrid, los poemas a dicha dama.

    Supongo que los aires de leyenda siempre le dan un halo de romanticismo al tema...

    Y respecto a Manuel, si usted quiere, empiece a leer "El mal poema". Castalia tiene una muy buena introducción para ir entrando en tema...

    Un saludo, PeterP.

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  8. No creo que el poeta se desnude pensando en como,cuantos y dónde verán su desnudez. Escribe lo que siente, traduce su sentir y lo convierte en visión propia que quiere compartir, pero no se inspira por la resonancia,el eco y la repercusión. Es cuando entran en escena las cuestiones revalorizantes, aquellos que quieren obtener y los que obtubieron y por ello desean expandir lo que ha su modo de ver debe conocerse hasta en los astros.
    Es cierto que nadie es profeta en su tierra, pero eso ocurre en todo elm ambito mundial.
    Lo malo triunfa rápido,es efímero y muere como ha nacido. Lo bueno necesita su tiempo para ser digerido por aquellos que saben valorar,pero a la larga es perdurable y sobrevive aunque sea en un pequeño pero selecto círculo.

    Un abrazo

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  9. DevaneosPeterPan. Bien informado se encuentra usted, yo acepto la información. Vaya con Don Antonio, su vida sentimental debía ser rica, no obstante los avatares de sus traslados y de las circunstancias del tiempo. La vida está llena de pequeñas cosas, que cantaba el portugués Sergio Godinho.

    Tomo nota de la obra que citas de su hermano. Gracias mil.

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  10. Genetticca. Soy de tu opinión. Un autor honesto, cuya obra está guiada y lograda por su búsqueda, no está condicionado por el aparato exterior y menos en aquel tiempo. Ahora es otra cosa. Los autores que ya han publicado, salvo excpeciones honrosas y con personalidad, están a merced de contratos con editoriales y así salen los libros que salen, ya digo también, que salvo excepciones dignas. Yo creo que Antonio Machado sí que fue ampliamente reconocido en su tierra, como tantos de su época, fueran o no de la Generación del 27. Otra cosa es que muchos cayeron en el olvido por mor de la tiranía de la incultura, que, en aquellos tiempos llevaba la marca de Caín y fue arrastrándola durante décadas.

    Gracias.

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