hoy es siempre todavía
martes, 28 de febrero de 2012
Adiós, Público, y volviendo a Larra
Hay quien dice ahora que la desaparición del diario Público era algo cantado. Independientemente de las cifras de ingresos y de costes, no hace falta ser economista para imaginar que en esta época un periódico -o un medio de comunicación cualquiera, pongamos por caso el televisivo- carga con la espada de Damocles desde el primer día que sale a la calle. Entusiasmo, espacio de atención y expectación cívicas o aportación periodística puede que no le faltasen a Público, pero como casi todo se basa hoy día en créditos y estos son elevados a la hora de devolver, con el drama añadido de que los bancos no prestan para el riesgo y nadie quiere convertirse en accionista de algo que no es rentable, es obvio que la vida de un medio es muy limitada.
Un medio nuevo, como cualquier negocio, se basa en los créditos y en las aportaciones de sus socios, evidentemente. Las ventas nunca cubren los costes. Por lo tanto, la otra posibilidad de mantenerse es la publicidad. Y ésta también ha caído en picado. Leo por alguna parte que en apenas cuatro años largos, la facturación de los medios de prensa ha caído el 50%. Malos tiempos han sido estos últimos años para sacar un periódico y darle cierta vida a medio plazo. Como se ve, ni siquiera a corto. De hecho, aparte de desaparecer otras cabeceras locales, algunas han sido adquiridas por grupos mediáticos, si es que veían en ellas cierto espacio de negocio o de influencia en la opinión pública. Publicidad y prensa, publicidad y televisión, publicidad e Internet son ya figuras siamesas en nuestro tiempo.
¿Cuál fue el valor, no económico, de Público en sus cuatro años de existencia? Por una parte, el haberse dirigido a un espectro de opinión de la izquierda que exige más compromiso y posicionamiento político. Un sector expectante de gente de izquierdas a la que El País no satisface nada o no lo hace del todo (conozco casos de personas que han comprado ambos diarios) Un plantel de periodistas y colaboradores de opinión, más reducidos que el diario de más ventas, pero que trataba con desenfado las cuestiones. Una buena maqueta y portadas impactantes, que le han hecho fácil de atraer y seguir en su lectura. Una sensación, diría yo, de que, con la manera de enfocar los temas y de proponer titulares, se estaba escribiendo más en plan izquierdas. ¿Era solo sensación? Y es que yo tengo mis dudas; al lado de algunas buenas firmas con argumentos ha habido columnas que cualquier tertuliano de café común (si es que existen todavía tertulias) podrían haber redactado espontáneamente. Pero eso gusta a mucha gente. Que ha hecho bandera de bastantes temas de sensibilidad izquierdista y la ha tremolado no me cabe duda. Pero a muchos no nos ha parecido suficiente.
La desaparición de Público ¿perjudica la expresión ideológica de sectores de la izquierda? Probablemente. No en balde, desde hace muchos años, antes de Público, cunden por la Red los blogs y la webs, más o menos fundamentadas y bien hechos. Claro no es lo mismo, pero vienen a ejercitar puntos de vista progresistas, laicos y de izquierdas, frente a la carencia de medios de prensa nuevos y audiovisuales (por ejemplo, en la TV todo es un erial informativo y de expresión y debate deprimentes) Obviamente, si se pone en la balanza de la prensa española lo que es de izquierdas y de derechas, el platillo se inclina ostentosa y amargamente hacia el sector conservador. Escuchar estos días frases del estilo de “desaparece una voz de la libertad de expresión”, desde ciertos entes periodísticos, suena un poco a lamentación convencional y consoladora. En ese sentido, con toda la repugnancia que me produce, era más consecuente cierto periódico de ultraderecha que sacó el titular bestia y antisolidario de “Hasta nunca, Público”. Ya se sabe, algunos consideran el periodismo un arma violenta más contra la sociedad.
En fin. No olvidemos que la desaparición de un medio no se debe exclusivamente a problemas económicos. Hay una cuestión social que prueba lo ingrato y vago que es el paisanaje de nuestro país. Parece ser que en España hay justamente la mitad de lectores o, mejor dicho, de compradores de periódicos que en la mayoría de los países europeos (Grecia, Portugal e Italia deben seguir pautas hispanas al respecto) Si no hay lectores, ¿cómo va a tener vida un medio de expresión? Aunque este aspecto lo he dejado para el final, creo que es el que da la medida del interés por parte de la ciudadanía. La gente se gastará al día en varios vinos, cafés, tabaco y chuches, pero un periódico…Todavía me encuentro a gente que suelta aquello de “si solo dicen mentiras” o “total, para lo que traen”…Pero mientras tanto se los disputan por echarlos un vistazo en el bar. Una apostilla: ¿saben cuántos periodistas han perdido su empleo en España desde finales de 2008? Nada menos que cinco mil. Saquen conclusiones.
Para endulzar el sinsabor de que un periódico se haya ido al carajo por el poco amor de los españoles a la prensa, reproduzco aquí un párrafo del artículo de Mariano José de Larra, de 1835, titulado Un periódico nuevo. Como siempre, tras las palabras de Larra hay que captar la ironía, la sátira y la disconformidad que le caracterizaban.
"Inapreciables son las ventajas de los periódicos; habiendo periódicos, en primer lugar, no es necesario estudiar, porque a la larga, ¿qué cosa hay que no enseñe un periódico? Sabe usted por un periódico la hora a que empieza el teatro, y algunas veces la función que se representa, es decir, siempre que la función que se representa es la misma que se anuncia; esto, al fin, sucede algunas veces. Por los periódicos sabe usted de día en día lo que sucede en Navarra, cuando sucede algo; verdad es que esto no es todos los días; pero para eso muchas veces sabe usted también lo que no sucede; no se sabe ciertamente la pérdida del enemigo, pero ésa siempre debe ser mucha; y en cambio se sabe que llegó la noche, porque la noche llega siempre; no es como la libertad, ni como las cosas buenas, que no llegan nunca; y se sabe que los caballos de los facciosos corren más que los nuestros, puesto que siempre deben aquéllos su salvación a su velocidad. Así se supiera dónde diantres los van a buscar. Esta investigación sería de grande utilidad para mejorar nuestras crías. Por un periódico sabe usted que hay Cortes reunidas para elevar sobre el «cimiento» el edificio de nuestra libertad. Por ellos se sabe que hay dos Estamentos, es decir, además del de Procuradores, otro de Próceres. Por los periódicos sabe usted, mutatis mutandis, es decir, quitando unas cosas y poniendo otras, lo que hablan los oradores, y sabe usted, como por ejemplo ahora, cuándo una discusión es tal discusión, y cuándo es meramente conversación, para repetir la frase feliz de un orador."
* Las fotografías antiguas son obra del norteamericano Lewis Hine.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Pues a estas horas de la mañana no quiero entrar en diatribas...ya que aún no tengo engrasadas las neuronas. Sólo diré, en plan rudimentario y de andar por casa (por estos blogs de amigos) que todo es tan simple como un teatrillo de feria (el nuevo opio del pueblo) Todos esos tipos que vemos en los medios de comunicación son puro simulacro, véase Rajoy y,posiblemente, Arenas en Andalucía...Dicen que a esas marionetas las mueven los hilos del poder económico del Sistema.
ResponderEliminarLa justicia se desquebraja; se hunde (palabrita de jueces que aseguran que las leyes son como un tablero de juego y gana el que más dinero pone, osea, que es tramposa. De nada sirve denunciar. Los periódicos hacen titulares de los
chascarrillos más que de lo esencial.
Bueno, perdóneme si divago...porque cuando hablo de políticos...
¿Porqué el pueblo sigue votando a los corruptos?
Saludos.
Abordas la cuestión sin dejar casi un sólo cabo suelto, no me queda más que compartir tu escrito hasta en los matices sugeridos. Te agradezco asimismo la inclusión de ese texto de Larra.
ResponderEliminarNunca he sido lectora de Público, no me gustaba su periodismo, cuestión de gustos personales, pero comprendo que cubría una necesidad..sinceramente te lo digo, no sé ya si de información o de simplemente consuelo ( en el sentido de sentir que había una voz pública que hablaba por ellos) para aquellos ciudadanos a los que más satisfacía.
Arriesgándome, lo digo, casi me alegro, en el sentido de que, dado de que actualmente el buen periodismo progresista no existe en España (no se ve al menos),a ver si con la desaparición de él, emerge la necesidad y llega a florecer.
lamentablemente sólo percibo buen periodismo de derechas en este país, y sí, buen periodismo, por nada que comulgue con su ideología.. Yo era de la que compraba el periódico a diario, y lo leía desde..no sé..los 10 años..hasta los 40 que cumplí. Entoces algo sucedió en este país, y desde entonces, ni los abro.
Actualmente el buen periodismo de izquierda se desarrolla en este medio a base de blogs o semejantes. Algunos periodistas hacen culpables a este periodismo intenáutico de, por ejemplo, esa tasa de parados en sus profesionales. Sólo se me ocurre decirles algo: que se pongan las pilas. Si son periodistas que se echen a la calle, que piensen y sepan opinar e informar con profundidad y punto de vista propio sobre todo lo que sucede en el país. A lo mejor así consigue levantar cabeza el periodismo progresista en este país.
Besos y gracias de nuevo, Juan
Me ha gustado mucho tu reflexión sobre el papel de los medios y comparto plenamente la nostalgia por la desaparición de un medio crítico con una sociedad injusta, que acrecienta cada día la diferencia entre ricos y pobres.
ResponderEliminarPor introducir un matiz de optimismo, decir que se avecina un tiempo digital y que las palabras reflexivas buscarán su sitio en la red.
Un abrazo cordial.
habrá que editar 'iskra' a mimeógrafo, o dejaremos de tener voces que se expresen parecido a lo que pensamos.
ResponderEliminarsaludos
No, no, Marián, si andas muy engrasada de par de mañana. Si tienes toda la razón del mundo. Lo que no debemos olvidar es que los políticos son el reflejo social, así en general, y de equis millones que votan a los elegidos mayoritariamente en particular. Pero siempre son nuestro reflejo. Reflejo de nuestra mediocridad de momento y ojala algún día de nuestra inteligencia.
ResponderEliminar¿Por qué el pueblo sigue votando a los corruptos? te preguntas. Yo también me hago la pregunta, y no es fácil responder. Supongo que un sociólogo independiente tal vez nos lo diría. Pero matizo: no es todo el pueblo el que les vota sino una parte del pueblo. Si ese pueblo que les vota es mayoritario, pues sale (Lo de Valencia clama al cielo) La respuesta inmediata que se nos ocurre: será que los votantes son semejantes a ellos. Porque quien tolera la corrupción, admite los trapicheos, no le importa que la mujer del César además de ser honrada tenga que parecerlo, o participa de políticas que están ensuciadas a costa de meter mano en los dineros públicos...algo de mentalidad pícara o corrupta o simplemente de desprecio al bien común tiene que tener sus votantes, ¿no?
Disculpa si te parezco elemental. Y por cierto, puedes hablar aquí con entera libertad.
Gracias por pasar y participar con tus criterios. Eso está bien.
Sofía, muy completa tu argumentación. Yo sí he leído Público, pero en segundo lugar, siempre. Tenía sus puntos, sus colaboraciones, sus dedos en la llaga, pero me insatisfacía. No obstante hay que valorarlo como un periódico que ha tenido su acogida entre sectores progresistas y, sobre todo, deseosos de escuchar voces más radicales o al menos más creíbles. No sé hasta qué punto ha cumplido ese papel. A la prensa hay que considerarla de manera relativa, no sé si se la puede pedir más de lo que puede dar. Llevo desde mis catorce años leyendo prensa y es parte de mi educación cultural y sentimental. Aprendí a leer con Informaciones, Nuevo Diario, Triunfo y Cambio. Había que buscar lo que aportaba al margen de la prensa del régimen, y esos medios aportaban mucho, dentro de lo que se les permitía. Luego El País revolucionó el panorama y lo sigo considerando necesario para informarme parcialmente. Para mí, obtener información siempre es un hecho limitado, relativo y mediatizado. No me tomo como palabra divina ningún medio, pero sí que concedo más crédito a unos que a otros. Tampoco he creído jamás en la prensa de partido, y eso que en los viejos tiempos la he conocido de cerca y entiendo que tuviera que jugar su papel.
ResponderEliminarDisiento sobre que la prensa de derechas sea una buena prensa. En absoluto. Partiendo de que si los criterios por los que se conducen son tendenciosos, ocultadores y mediocres pues no me resultan creíbles ni provechosos para crear opinión tolerante.
Que la Red es un espacio en expansión, no me cabe duda. Pero hay mucha paja y ¿cómo separar ésta del grano? Eso debe quedar a la opción personal o de las preferencias que se vayan generando. Habrá que estar al tanto e ir clarificando lo que interesa. Es un desafío y un reto. De todos modos, el mundo no se acaba. El temor es que la libertad de expresión se encuentre cada vez más constriñida.
Un abrazo.
José Luis. Desde luego, al margen de preferencias mayores o menores, lo cierto es lo que dices. Un medio crítico, que había tomado una dirección determinada, que congregaba ya a 80.000 lectores, y desaparece es una desgracia. No se levanta con facilidad un medio y la Red de momento no suple la influencia de un rotativo.
ResponderEliminarSeamos expectantes. Nos adaptaremos a los medios. Quienes hemos dado nuestro particular y egotista salto en la Red con nuestros blogs debemos ser conscientes de nuestros límites, pero la atracción por el futuro nos apasiona.
Gracias por aportar tu matiz positivo. Reconozco que me abrumo a veces demasiado. Un abrazo.
Omar, no me cuentes a mí lo de Iskra, que tengo larga experiencia de mis años de juventud. El problema hoy no es recurrir a un medio más artesanal, que los de hoy son muy buenos técnicamente, sino cómo repartirlo. Es decir, el compromiso de los individuos y su identificación con los sistemas de expresión autónomos y hechos por nosotros mismos.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias por ese punto que me ha rozado la nostalgia.
Hubo un tiempo en que yo compraba el País diariamente. Leía aquello que por los titulares, acrecentaba mi interés. Incluso en alguna ocasión envié alguna carta. Ahora vivo en Ibiza y me intereso más por lo que ocurre en esta pequeña isla. EL diario de Ibiza, pobre y reducido, publica cualquier noticia por insignificante que sea, hay que llenar páginas. Pero yo lo leo en internet. Siento que haya tantos periodistas en el paro, que los periódicos estén en decadencia por varias razones. Pero amigo, todo sucumbe en el tiempo y los medios de comunicación tampoco se salvan.
ResponderEliminarLas noticias nos invaden por todas partes, cada quien dice la suya a su modo. Es buena cosa estar informado de lo que ocurre en el mundo, pero con internet se puede estar al día y la hora, las noticias en este medio corren como la pólvora y a veces hay más veracidad en ellas porque quien las publica no gana ni pierde nada con ello. Creo yo, vamos.
Por otro lado prefiero la lectura de un buen libro.
Sinceramente, creo que es mucha casualidad lo del cierre de Público, mucha casualidad entre las casualidades que se están dando desde que ha comenzado el año Mariano.
La reflexión de Larra, muy buena.
Un saludo Juan
Bueno, juan, matizo, lo de que la prensa de derechas es una "buena" prensa. Me refiero con eso a un "no engaña a nadie"..el problema es que sí, es verdad, engaña a muchos. He querido decir "buena" porque al menos se sabe por dónde camina, puedo leer un ABC (en sevilla, ya sabes, hay una edición) y sé perfectamente lo que me voy a encontrar sin que por ello, claro que poniendo mi filtro por en medio, quede desinformada. De otros prefiero ni opinar, porque ni los miro.
ResponderEliminarecho de menos el diario 16 de antes de la movida del innombrable , Pedro jota, hace ya miles de años y El país sigue siendo fundamental...pero es que aquellos años no volverán, y la prensa debe poder adaptarse a los nuevos tiempos...como todos debemos hacer.
Como siempre un placer leerte y gracias por este espacio que ofreces, Juan.
Un beso.
Genetticca. No me cabe duda de que todos los sectores laborales están marcados por la evolución de los acontecimientos. Triste destino. Pero deberíamos diferenciar entre políticas empresariales y sentido del oficio. Tampoco éste se salva, lleva en entredicho mucho tiempo. Pero ese oficio está subarrendado a los propietarios de los medios y no puede dar de sí más allá de lo que los amos quieren que den. Pero si lo que queda flaquea y se hunde del todo, ¿qué va a ser de la información? ¿Hundida además de tocada?
ResponderEliminarUn libro y conocer la proximidad de los acontecimientos por medios informativos no está reñido. Cumplen diferentes fines para nuestro insaciable instinto de distinguir lo que se mueve por el mundo.
Lo de la casualidad del fin de ese periódico...también lo he pensado, pero con el capital que se exige para sobrevivir en la vorágine de empresas informativas, parecía un fin cantado.
A mí me entristece. Si el panorama de expresión se reduce perdemos todos. Y lo de internet está por ver, y mira que creemos en la Red los que nos movemos por ella.
Sofía, la gente elige el medio de comunicación en función de sus simpatías, nivel cultural y de indagación, exigencia o dejación, filiación o no a tendencias políticas, sentido y ganas por saber las cosas (no todos los medios ahondan en ellas de la misma manera ni con el objetivo de descubrir lo que ha detrás), etc. etc. Por eso hay oferta, y por eso que la oferta se reduzca por un ala es una lástima y una limitación del pluralismo de opinión.
ResponderEliminarEs verdd, olvidé citar el Diario16, vinculado a Cambio16. Tiempos aquellos de expectativas y roturas. Pero esos tiempos de expectativas volverán de la manera que sea, porque la quiebra social está en marcha y la configuración clasista de la sociedad va a tomar unos vericuetos peligrosos, por mor y gracias de los magnates que conciben la sociedad y los medios en función de sus fines, y de las ideologías huecas que pretenden reinstalarse.
En fin...tema recurrente. Un abrazo.
Juan, estoy segura de que ese hueco que deja "público" se "rellenará" con algo mejor, por exactamente ese mismo motivo, el de que la gente elige según tendencia política, de pensamiento y de exigencia en la información. Es un poco como la discusión sobre si es el lenguaje el que forma a la mente, o al contrario. Ambos sabemos que son sistemas interconectados y que no hay cualidad del uno sin la del otro y viceversa.
ResponderEliminarLo único que podemos desear es que se rellene cuanto antes, pero llegará, estoy segura de que llegará. Y que el catalizador no será el del "magnatismo". Ese sistema ha muerto, por mucho que aún lata.
:), un beso (no quiero que mi palabra sea la última en nuestro diálogo, por favor, me da muchísimo apuro este tipo de situaciones, pero necesitaba dejar este mensaje de ilusión REAL)
No me cabe duda, Sofía, del hueco cubierto, pero no me consuelo, además el periodismo es algo a la carta de cada interés, rédito y tanto por ciento, jaj. Algo que los detentadores de los poderes generan o eliminan en función de lo que pretenden controlar, influir o manipular. Pero siempre queda un margen para el periodismo independiente (quiero creer)
ResponderEliminarTranquila, que el tema es recurrente y no acaba así como así, ni está en nuestras manos.
Un abrazo.