Entiendo que no es ordinario tener en la mesilla de noche este libro. No es best seller, ni lo último en moda recomendada por los profetas de la literatura. A estos últimos cada vez se les escucha menos y cuando se les oye hablan como las solapas de los libros. Uno ya no está para dejarse aconsejar por la publicidad. Sí por un amigo que de verdad lea y te cuente de verdad por qué le gusta lo que lee. Entonces, puede que entres a saco con una novela por la credibilidad que concedes al amigo fiable. Sólo puede.
Este libro de la mesilla ni me quita el sueño ni me lo pone. Digamos que simplemente me reconcilia con el pasado y sobre todo me da luz. Porque la forma, ese humor deslizante de Machado, enriquece el fondo, lo hace más vívido. Y el fondo está impregnado de lo mejor de la cultura española que el escritor metabolizó. También es cierto que, acuciado por los tiempos que tuvo que padecer, hay textos amargos como hay otros cuyo ingenio no se sabe si es el del heterónimo o el del pueblo llano, o el de ambos a la vez.
Celebrando el ochenta aniversario de la proclamación de una República traicionada y no respetada por las oligarquías y las castas, me encuentro este texto insólito y deslumbrante en boca del Maestro:
“La patria -decía Juan de Mairena- es, en España, un sentimiento esencialmente popular, del cual suelen jactarse los señoritos. En los trances más duros, los señoritos la invocan y la venden, el pueblo la compra con su sangre y no la mienta siquiera. Si algún día tuviereis que tomar parte en una lucha de clases, no vaciléis en poneros del lado del pueblo, que es el lado de España, aunque las banderas populares ostenten los lemas más abstractos. Si el pueblo canta la marsellesa, la canta en español; si algún día grita: ¡viva Rusia!, pensad que la Rusia de ese grito del pueblo, si es en guerra civil, puede ser mucho más española que las Españas de sus adversarios”.
Escrito por Antonio Machado en plena guerra civil. ¿No lo dice todo? Más claridad no se le puede pedir. Para reflexionar. Salvando tiempos y distancias, hay que leer el Juan de Mairena con memoria y con ubicación. Y fluirá la empatía y la comprensión. Feliz 14 de Abril.
Juan de Mairena es libro de cabecera para muchos.
ResponderEliminarLa red es un clamor republicano.
Esta fecha me produce sentimientos contradictorios, cuando pienso en todas las ilusiones y las esperanzas que nacieron este día y lo pronto que se vieron cortadas de raiz, ferozmente... Parece que la patria es patrimonio de unos cuantos que tienen una idea "clarísima" de lo qué significa. A los que la contemplamos desde la pluralidad se nos mira como si fuéramos ajenos a ella, y a veces nos resulta esquiva(para una gallega esta es siempre una situación ambigua, una tiene la sensación de que constantemente se le exige que se posicione...).Pero no entiendo cómo alguien puede dudar que realmente la patria son las gentes, e intenten imponer una noción abstracta y limitadora de la misma. Bueno, hoy trataré de pensar que quizás en un futuro cercano aquellas bellas ideas por fin tengan continuidad....
ResponderEliminarAbrazos republicanos
Antonio Machado igual que muchos escritores e intelectuales de la época, creía en la regeneración de España, y pensaba que se debía hacer desde la base, desde el pueblo.
ResponderEliminarHoy nos damos cuenta de que esas ideas, nobles y loables por una parte, no tuvieron la trascendencia ni calaron lo hondo que se debía esperar por aquellas gentes que lucharon convencidos de que otra ESpaña era posible.
Viendo la apatía y el pasotismo de la mayoría de gente hoy en día, que le da igual que sus políticos sean corruptos y que se queda quieta mientras se aplica la ley del rodillo, me pregunto si Antonio Machado junto a la Generación del 27, Juan Ramón, Blas de Otero y tantos otros, no pensarían que el problema secular de España, no sólo no se ha corregido, si no que se ha agravado.
¿Para qué se proclamó la República si hoy en día vivimos en la más absoluta dictadura? ¿Para qué se luchó en la Guerra Civil por los derechos y libertades si hoy no los ejercemos y además dejamos que nos los pisoteen?
Creo que hoy, 14 de Abril y aniversario de la República, debería ser un día de reflexión para pensar que mucha gente luchó por sus ideales creyendo que nos legaría un futuro mejor, y nosotros con nuestra apatía, nos hemos encargado de destruirlo..
Estoy de acuerdo GMC que en aquella época prometíamos más. Los años de oscuridad acabaron por aniquilar toda luz, y no hay que olvidar que somos hijos de las sombras...
ResponderEliminarSaludos,
No seáis tan pesimistas, que todo llegará. Por mi parte la palabra "patria", hace años que la borré de mi vocabulario, por lo equívoca y prostituida que fue con la Dictadura. Prefiero el término nación, más neutro y claro, y dentro de esta terminología el internacionalismo.
ResponderEliminarSalud, y feliz Día de la República.
Pues me da mucha alegría saberlo, María Jesús. Mucha. Que cunda. Necesitamos beber en nuestras propias fuentes, pero del agua limpia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Vera. Por eso mismo me parecía oportunísima la cita de Machado. A mi particularmente nunca me gustó el palabro, que dicen algunos de mi pueblo. No sé si porque me la metieron a cristazo limpio, a desfile limpio o por qué. Una vez escuché un término diferente al antropólogo Andrés Ortiz-Osés, de su propia boca: matria. Y me pareció otra cosa.
ResponderEliminarEl problema de quienes hablan como concepto suyo el de patria es su patrimonialismo. ¿No han hecho de las víctimas del terrorismo sus víctimas? Claro, de las víctimas del terrorismo de la dictadura no quieren saber nada.
Valoro tu comentario por venir de un lugar de la península que se ha movido siempre entre ambigüedades, muy a pesar d elo que le harían sufrir a Castelao (maravilloso este hombre)
En fin, no caer en la trampa de los conceptos falseados, ni de los términos equívocos. Todo, todo es muy relativo y harto incierto.
Salud y República.
CMG. La regeneración de España, como todas las regeneraciones de todos los países, o es una actitud y labor permanente -y ahí la cultura tendría que decir mucho, tendría que hacer doble labor desconstructiva de lo que frena y constructiva de lo que otorga vida- o no es más que angustia y abstracción.
ResponderEliminarLas preguntas que te haces me escalofrían e impresionan, porque yo también me las hago. A la vez me consuelo un poco. Desde luego la apatía de la sociedad es sumamente peligrosa. Es como si ya no se reconociera en ninguna cultura política, y eso sólo lleva a un mal lugar que no quiero nombrar.
Por otra parte, ayer no fue para mi el mejor día de reflexión (la reflexión no tiene día ni hora, sino que se lleva en las neuronas) sino de rabia. Ver que si todo consiste en desfile de banderas y liturgias para hacerse presente una minoría pues que es poca cosa. Rescatemos las letras de aquellos hombres, rescatemos las actuales, que las hay. Nosotros mismos, desde nuestros humildes blogs, ya llevamos ideas, diálogo y debate.
Y eso, esto, me gusta. Un abrazo.
Uy, Vera, me gusta eso de que somos hijos de las sombras. Y sin embargo, los hijos de la oscuridad crecen buscando la luz.
ResponderEliminarEs verdad, la escalera de los gallegos no es una escalera, es una telaraña. Al final parece que nunca nos definimos....Me ha encantado lo de matria. A mí la palabra patria tampoco me gusta, por limitadora y rancia(prefiero pueblo...). La empleé simplemente porque es la palabra que se emplea en el texto de Mairena. Sinceramente mi matria es Galicia, pero no es un sentimiento excluyente, ni limitador. Al contrario es envolvente y cálido, y presta abrigo a quien lo precise. A pesar de la ambiüedad de los gallegos, la mayoría son incapaces de discernir este matiz..
ResponderEliminarUnha aperta
Es verdad, Carlos, parece que fuéramos pesimistas en exceso. Nuestra capacidad crítica y autocrítica nos lleva lejos. Desde luego, la derecha no tiene este problema. Yo creo que nuestra actitud nos honra, aunque nos flagelemos tanto en ocasiones.
ResponderEliminarPor cierto, y sin ganas ni interés en entrar en el debate, no creas que la palabra nación me lleva tampoco al huerto...aunque venga de nacer.
¿No se habrán cansado los conceptos y agotado las palabras?
Un abrazo.
L'esperit republicà ha d'estar sempre present, un temps breu, però intens que tenim l'obligació de resuperar.
ResponderEliminarEl espíritu de la república és nuestro y no debemos dejar que nadie, ni nada nos lo arrebate.
Estamos contentas que enlaceis nuestro blog: Libertad! Libertad! Libertad!
Vera. Hay que huir de los tópicos siempre, respecto a gallegos, castellanos, catalanes, etc. España es un país que se aflige mucho con estas cosas si profundiza. Pero profundizar es informarse ante todo. ¿Cuántos lo hacen? Es buscar explicaciones, motivos. Es saber por qué hay unas actitudes, unos comportamientos, un desarrollo, unas direcciones...etc. de una manera en unos sitios respecto a otros. La diversidad siempre es maravillosa.
ResponderEliminarPero el símil de la telaraña me lo tendrías que explicar tú, porque tampoco conozco tanto de Galicia y los gallegos, y, ciertamente siempre me he sentido confundido. ¿Por qué la mayoría no distinguen ese matiz?
Complicado todo.
La idea y pensamiento de la República fue machacada, Rosa. Pienso que habría que actualizarla. Al fin y al cabo no es de ahora, viene de la antigüedad clásica. Y el Siglo de las Luces -esa época tan denostada por la Iglesia- la reafirmó, la dotó de evolución, desarrolló y actualizó su corpus cultural, jurídico, político. Incluso creo que no sólo es una idea política, sino enormemente ética. Pero ello exige que sea asumida por el pueblo, digamos.
ResponderEliminarEs necesario una adaptación a los tiempos. Y el acto de procurarlo no es solo voluntarista, aunque siempre un sector de gente que piensa y desarrolle ideas debe relanzar, pero necesita su caldo de cultivo. Su asunción colectiva.
Me alegra que os enlacéis. Salud y Cultura.
Creo que existe una especie de fatalismo en el gallego, algo que le hace encomendarse a no sé que dioses, que le impide el movimiento... No sé si conoces nuestra célebre frase “malo será”, que ilustra tan bien esta característica(hay un anuncio de Gadis en youtube que tiene esta muletilla tan nuestra como tema central..). Puede que se deba a que siempre hemos sido un pueblo muy ligado al mar, elemento inconstante e impredecible. O a nuestro clima, siempre mirando al cielo, con nuestra palma vuelta cara él, esperando la caída de la primera gota de lluvia. O a nuestra ligazón con los espíritus y “o alén”(que es como se denomina en gallego al más allá), que parece ser que heredamos de los celtas. Y a veces me da la impresión de que siempre estamos aguardando algo antes de echar a caminar….Supongo que lo de no apreciar los matices es algo más generalizado, no exclusivo de los gallegos. Es más cómodo ceñirse a lo adquirido y hermético y pensar que la vida es blanco o negro. En Galicia hay dos corrientes bien establecidas: los que piensan en Galicia como Galicia, y los que piensan en Galicia como España (estos últimos proliferan últimamente, y yo no puedo evitar preguntarme si tiene algo que ver con el mundial….Durante este último mes he temido que habíamos retornado a la época franquista, pues he coincidido con gallegos que se empeñaban en volver a castellanizar los topónimos. Incluso aquellos que durante la oscuridad nunca se habían castellanizado….). Y entre ellos parece que ninguno admite matices….Voy a finalizar con esto porque ya te estoy monopolizando bastante el blog.
ResponderEliminarLo que sí, quería decir, en relación a algo que comentabas anteriormente, que creo que la apatía de la gente en parte se debe a que no se sienten identificados con nada ni con nadie. Las ideas necesitan de su concreción en figuras y siglas, de lo contrario se quedan en un mero ejercicio individual. Durante estos años de democracia sus representantes se han vuelto opacos, las siglas se han vaciado de contenido, no es de extrañar que hayamos sucumbido al desaliento. Pero, como tú, pienso que internet puede ser un medio eficaz para que nos identifiquemos los unos con los otros y de ese modo de los hijos de las sombras surja una nueva luz, que se haga eco de la luz anterior….
Un abrazo
Vera. No sabes cuánto agradezco tu artículo. En absoluto monopolizas, como nadie de los que escribe aquí lo hace, este espacio que es de todos. Te he leído, volveré a tratar de interpretar tu información, que me viene muy bien. Es tremendo, cuántos años han pasado y qué poco nos conocemos los españoles entre nosotros. Para conocernos, hay que desproveerse, pienso, de orígenes, presentes, activos y prejuicios varios. Hay que escuchar. Y después intentar ponerse en el lugar del otro. Me paso la vida tratando de llegar a esa supuesto alma española, plural, diferente, pero próxima, cálida. Todo me habla, todo me dice, todo me atrae. Pero sigo sin acabar de conocer al otro. Soy, somos, el laberinto español que decía Brenan.
ResponderEliminarUna vez leí un texto brillante, atractivo, misterioso: "El desvío a Santiago", de Cees Noteboom, un holandés fuertemente atraído por España. No va de Santiago. Va de los territorios, de las gentes, del pasado, de los nudos enigmáticos que trenzan la red de la península. A veces los de fuera interpretan, nos interpretan, mejor que en casa, con nuestros atavismos, complejos y miserias que nos limitan.
Huyamos de hablar de las cosas en abstracto -tú concretas mucho y es grato y es constructivo- pero eso debe darse en cada sociedad. El "españolismo" no es bueno. Es frustración, complejo, pobreza mental y cultural. Puede que como oleada toque, y ahí, lo del Mundial viene a justificar la despolitización terrible que vive la población, de la cual, pienso, se aprovechan los iniciados y, como siempre, ciertos iniciados retrógrados y patrimonialistas.
En resumen, no sé si sois como sois por los elementos naturales o por las perspectivas sociales y económicas que se os ha ofrecido históricamente: o la penuria de casa o la de la migración. Y el maldito caciquismo que machacó siempre vuestra tierra.
Castelao vive.
Las poesías de A. Machado las tengo en la memoria y en los afectos, pero tendré que releer Juan de Mairena porque observo que me pasaron desapercibidos muchos detalles.
ResponderEliminarYo he tenido el Quijote como libro de cabecera durante bastantes años.
La palabra patria, igual que Carlos Galeón, también la uso poco. Muchos la identifican con patrioterismo, con exclusión, etc. Y eso la contamina. A decir verdad cada vez tengo un concepto de patria más extenso en el que apenas hay fronteras...
Un abrazo
Luis Antonio, observa la fina ironía y la precisión de Machado. La patria es un concepto impuesto, suena más a armas que a amor, más a dominación que a elección. La trayectoria guerracivilista de España durante todo el siglo XIX y parte del XX ha propicionado una degeneración del término. Si es que alguna vez tuvo un sentido más aceptado libremente. Nuestro país no fue como Francia donde aquello de "allons enfants de la patrie..." estaba vinculado a la idea republicana y liberadora.
ResponderEliminarDe acuerdo contigo. Decía un pensador alemán influyente del XIX: los que trabajan no tienen patria.
Sí.
ResponderEliminarA mi no me cabe duda, Silbo. Gracias.
ResponderEliminar