hoy es siempre todavía

lunes, 18 de abril de 2011

Carretera Lisboa-Helsinki


Hace muchos años, una carretera internacional que pasaba por mi ciudad de la Meseta se denominaba Autovía Lisboa-Helsinki. Me gustaba el nombre, tan lejano de estas siglas de ahora como son A-62 o N-VI que hablarán a los técnicos, pero no a los humanos. A mucha gente le chocaba el nombre, y lo consideraba pretencioso. Pero que tomara como referencia los nombres de dos ciudades, en cierto modo extremas, del continente europeo, le daba calor.  Mas de aquella nomenclatura razonable ¿qué queda hoy día? ¿Sólo la telaraña vial que si la sigues y pagas el carburante te permite llegar casi al polo norte? ¿Permanece aún un vínculo solidario y de destino común entre ambas ciudades y sus países respectivos?




Creía hasta ahora que sí. Pero el resultado electoral de ayer en Finlandia con un porcentaje de votos de ultraderecha tan elevado me desconcierta. Y creo que está inquietando a mucha gente. De momento ya hay algo claro. Si depende de ese casi 20% de votos, el rescate a Portugal en su crisis económica y financiera peligra. Se dirá que un porcentaje no obstante bajo todavía no puede hacer peligrar políticas de orden superior. Y sin embargo, probablemente sí. Basta con que los dos partidos que han conseguido una ligera ventaja por encima de la ultraderecha no se pongan de acuerdo para que la posición de Finlandia sea decisiva en orden a temas tan decisivos hoy día como echar una mano a los países del Sur con problemas o asumir las migraciones africanas. Los finlandeses no parecen estar por la labor de sentirse europeos de otra Europa que no es tan de bienestar como la suya y que lleva camino de serlo menos.





Sabíamos que Europa no era lo que parecía, pero no habíamos perdido la confianza. No obstante, uno tiene la sensación de que, una vez más, los poderes financieros han metido al continente en una trampa mortal, a pesar del valor del euro. Y esa trampa tiene más visos políticos de momento y sólo para el sector de países más débiles supone un golpe económico, puesto que las posibilidades de salvación aparecen cada vez más confusas. La división Norte-Sur se incuba también en los viejos territorios de Europa. Ante la indecisión de los políticos por construir una Europa más social, uno teme que entremos en una vorágine peligrosa en todos los sentidos.


11 comentarios:

  1. Lo primero de todo: Bellas imágenes que acompañan el texto. Aunque lo mío no se la política y la economía, cierto sentido común ha iluminado mi trayectoria, el mismo que me hace considerar que estamos viviendo la caída vertiginosa del supuesto "status" europeo. Para mis entretelas siento que el euro caerá dentro de...... pongamos ......... ¿un lustro? Ojalá sea este un comentario descabellado rallano en la mas absoluta ignorancia. Un fuerte abrazo.

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  2. Gracias, Emejota, ya veo que compartimos esa suerte de pesimismo o de realismo sospechoso, no sé. Tal vez no caiga el euro, e incluso sea más fuerte, pero no sé en qué quedará la fortaleza de los hombres y la integridad de los ciudadanos.

    Las imágenes del chino Xue Jiye son bastante metafóricas y, aunque un tanto estridentes, vienen bien para apoyar textos.

    Ah, y no creas que lo mío es fundamentalmente la política y la economía, pero no me da la gana vender mi primogenitura de ciudadano a nadie, ni dar cheques en blanco ni dejar que otros gobiernen por mi. Puede que seamos gotas en el océano, anónimos aparentemente intrascendentes, pero reclamo nuestro derecho a la dignidad y a hacernos valer.

    Un abrazo. Fuerza y temple.

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  3. Creo que en Europa se vuelve a respirar un aire de derecha y ultraderecha como castigo por la crisis y en detrimento de las políticas sociales que se han venido desarrollando hasta ahora.
    La división norte/sur siempre ha sido patente: los paises del norte han impuesto sus medidas. También es cierto que los paises del sur no se han sabido gestionar ni política, ni económicamente.
    Los grandes beneficiados son los poderes fácticos yankis que con esa división europea, pueden entrar a campar a sus anchas y repartirse el pastel.
    Es una pena que el sueño de Europa haya terminado en pesadilla.
    Los que nos han llevado a la crisis ahora deben estar de enhorabuena y frotándose las manos.
    Requiem por Europa.

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  4. sin duda unas imágenes muy sugerentes. la última bién podría ser la de una europa debil, desnuda, al abrigo de su propia mierda.
    "la europa bien educada no habla con la boca llena". frente a un mundo cada vez más pequeño, no sé por cuánto tiempo podemos permitirnos los perversos eructos de los educados entre los educados.
    un saludo

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  5. CMG, aunque concuerdo contigo mayormente, déjame un margen de esperanza. Pensar que esto acabe en pesadilla me estremece. Tal vez se trate solamente (y ya es mucho) de aquello de la Europa de una, dos o más velocidades. No es fácil articular políticamente un continente, con pasados comunes pero con ansias nacionalistas todavía muy arraigadas. En el fondo, todo es muy elemental y simplón: no tanto las ideas -que son justificatorias- como el egoísmo de los que viven bien y no quieren que se les toque su nivel, por un lado. Por el otro, los que nos creemos con calidad de vida que parecía garantizada y hemos luchado de manera insuficiente por avanzar. Es arriesgado y también simple lo que digo, pero tengo la sensación de que el perfil hacia donde se camina es el de la lucha de clases a todos los niveles. Dentro de una sociedad, entre las sociedades más industrializadas del continente contra las que que no lo son tanto o poco, las de todas estas contra las emergentes, las de todos contra los que habitan más allá del Mediterráneo...Complejo, y a muchas bandas.

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  6. Kynikos, bienvenido. Bien interpretas las imágenes, que son más elocuentes que mis palabras, obviamente. Pues todo depende de que queramos o no que nos sigan eructando en la cara.

    Las nuevas generaciones deberían manifestarse mucho más en ese sentido.

    Gracias por pasarte.

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  7. Siento ser tan pesimista en mis comentarios. Quizá vivir en la Comunidad Valenciana, un lugar donde a la mayoría sólo le importan las fallas y el fútbol con la que está cayendo a nivel político, me haga serlo.
    Respecto a tu último comentario sobre las nuevas generaciones, hace tres semanas casi 40.000 valencianos salimos a la calle para manifestarnos contra la corrupción, y la media de edad era de 40-50 años. Sólo unos pocos jóvenes acudieron. Muchos echamos a faltar mayor representación de la juventud.
    Los tiempos de cuando yo iba a COU allá por el 87, y las manifestaciones contra el entonces ministro socialista de Educación, Maravall, han quedado en la prehistoria. Sólo recordar que gracias a aquellas manifestaciones estudiantiles, se comenzaron a dar mayor número de becas.
    Me causa mucha pena como ciudadana y como docente que la juventud que ha pasado de ser la generación ni-ni a la generación sin-sin, sea tan pasiva viendo el futuro que les espera. O quizás es que aún no son conscientes de ello.
    Saludos.

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  8. Oh, no, tranquila, CMG. Que yo no soy más optimista que tú. No se te puede quitar un ápice de razón. Ya sé que el recurso a las nuevas generaciones no tiene el acicate épico, digamos, de antaño. Mi propia generación, de más edad que la tuya, lo encarnaba. Pero quiero pensar que antes o después tendrán que reaccionar. No obstante, el nivel de cultura político, de interés por la cosa pública y de utilización de la política para alterar el estatu quo no es algo que cale en los jóvenes.

    No tengas mayor complejo respecto a tu comunidad regional. Lo de la entrega al ocio y al fútbol son los modelos de conducta en cualquier rincón peninsular e isleño. Y que haya tan poca sensibilidad, no ya de jóvenes sino de adultos adultos al asunto feo de la corrupción no es precisamente halagüeño. Por mi parte, yo lo tengo claro: quien vota a los corruptos es cómplice de ellos. No nos vamos a chupar el dedo a estas alturas.

    Gracias por tu interés en precisar- Me gusta.

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  9. bueno;
    lo primero es que quizás apresuré demasiado el "kynikos dijo..." y se perdió lo que me atrae principalmente de tu entrada- por no hablar del resto-, y es el modo en que despliegas el juego de máscaras que se trae la europa política, ya desde aquella autovía lisboa-helsinki que me sedujo de inmediato, con tanta claridad. por lo que, sientiendo mucho contradecirte, no creo en absoluto "...las imágenes, que son más elocuentes que mis palabras, obviamente".
    quiero agradecerte también tu paso por mi página, la huella que dejaste y, finalmente, tus amables amables palabras aquí.
    un saludo, sincero.

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  10. Kynikos. No pienses que es broma lo de Lisboa-Helsinki. Pero, ¿a que, tras los últimos acontecimientos parece una paradoja, una broma (en el sentido Kundera)?

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  11. no, no. nunca pensé que lo fuera, de ahí el gran acierto; la entrañable nostalgia convertida en aviesa actualidad. digno de una postal.

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