Que cada formación política habla para los suyos en período electoral no es nada nuevo. A estas alturas a mí no me sirve. Incluso ni siquiera asisto a actos de masa de aquellas gentes con quienes puedo tener afinidad. Ni me convence el lenguaje, ni el modo, ni necesito la fe del carbonero. Como dice mi vecino que arregla zapatos, ya me lo sé todo. Y en esos actos sólo se respira incienso de la propia iglesia. Entiéndaseme. El período electoral, sea cual sea el tipo de elecciones que toque, debería servir para propiciar debates públicos. Muchos, muchísimos. En entidades cívicas, en los medios de comunicación, en la calle. Alguno hay, pero el público no es receptivo tampoco, no responde. Algo huele a podrido en el reino danés para que haya un desentendimiento tan escéptico y extenso en la sociedad. Tal vez radique en esto el consenso y la parsimonia: en el desinterés. Triste.
(Dibujo del artista sueco Odd Nerdrum)
Y según avanzan los días hacia las votaciones da la sensación de que la sociedad se vuelve indiferente y ciega ante los múltiples casos de corrupción que han salpicado nuestra geografía. Si te fías de las encuestas, no se castiga al corrupto (perdón, presunto corrupto), sino que más bien se valora la chulería y el arrojo de quien sabe que toca poder, y mucho, y se escuda en él. Y se le vota más. No puedo evitar considerar cómplices morales a los ciudadanos comunes que votan a los políticos marcados, por mucho ascenso, influencia y simpatía que estos tengan. Uno no entiende bien ese filling que desatan sobre un sector social que les va a dar el triunfo. Sólo se me ocurre pensar que el tipo de personal que les vota o es semejante a ellos en su código de valores, o es ciego y tonto, o tiene tal animadversión hacia otras candidaturas que prefieren tragar con ruedas de molino. Triste otrosí.
(Benito Jerónimo Feijoo)
Cuando uno observa las resistencias, los entorpecimientos, los enmarañamientos, los movimientos de abogados y de jueces que postergan, desvían u oscurecen la persecución de los supuestos delitos de ciertos políticos que están desprestigiando el noble arte de la Política para salvaguardar su estatus y sus ganancias (ellos le llaman servicios), piensa en que ya había reflexiones antiguas. Como éstas de Benito Jerónimo Feijoo, ilustrado del XVIII, que en su magna obra Teatro Crítico Universal dice cosas así:
“El político recto nada se arriesga en el camino, y tiene poco que temer en el término. Cuanto más se descubran sus fondos está más seguro. Tiene menos enemigos que el otro: porque sólo pueden serlo los malos. En caso que le derriben, no es precipicio violento, sino caída blanda. Su inocencia, por lo menos, le asegura la vida y lo más que le puede suceder, es reducirse a su antiguo estado. Lo común es, que no eso logran los mal intencionados; y vienen a herir en ellos por reflexión todos sus tiros, ocasionando tal vez mayor gloria al acusado”.
Qué lejos de la imagen del político recto están una serie de personajes que buscan un nuevo refrendo en las urnas para escapar de la justicia. Y, sin embargo, políticos rectos, honestos, trabajadores y sencillos existen indudablemente, no lo dudo. Aunque siempre se hagan notar más los hijos de las tinieblas que los de la luz. Triste una vez más.
Ya me cansé..... de ser tan ignorante. Ahora, creo que haré mutis por el foro. Antes quería que se parara el mundo para apearme, ¡ignorante!, ahora ya no me importa hacerlo en marcha. Beso.
ResponderEliminarMi buen amigo, ansío ese café (para arreglar el mundo, sabes), no, no jamás, para desencantarnos juntos del desastre a nivel orbe que está sucediendo. En todo caso, ya lo dije una vez, me inclinaría a votar, y en todo caso al menos malo o en blanco como signo rebelde.
ResponderEliminarDe estar en Galicia, sería inequivocamente del BNG, pero también podría callarme la boca.
Anda!
Que los honestos existen, claro está, pero quizás no son políticos.
Abrazo solidario en horas tan confusas
Emejota, pero no somos tan torpes como para no saber caer bien, ¿verdad? Oye, oye, ¿qué es eso de hacer mutis por el foro? ¡Que se vayan otros, jaj!
ResponderEliminarUn beso.
Te escucho atentamente, Oriental, pero respeto el voto de cada cual, que en esta España nuestra no es tan fácil. No hay que fiarse de apariencias en las opciones electorales, por mucho que se reclamen en nombre de sus territorios pertinentes u de clase.
ResponderEliminarNo obstante, hay que mantener siempre viva la idea de Voltaire: "No estoy de acuerdo con lo que usted piensa y dice, pero me batiría porque usted pudiera siempre expresarse". Auspiciemos la sociedad de la tolerancia siempre.
Y no a todos los políticos se les puede descalificar. Hay gente buena y trabajadora, aunque no se les vea. Sobre todo en planos locales y que no salen en los medios. Yo sobre todo confío en los que tienen pasado de interesarse por el bien común (gente asociada en la base, en entes cívicos y de barrios) y no tanto por quienes aparecen de la noche a la mañana de mano de los aparatos de partidos.
Pero en fin, por sus actos los conoceremos, porque lo que es por las palabras previas, programas, promesas, etc. pocos resultan creíbles.
Esperemos que despues de las elecciones, todos los politicos arrimen el hombro y se pongan a trabajar por un objetivo comun, en lugar de ir cada uno a su interes, ya es hora de cambiar el mapa político porque es una verguenza las familias que no llegan a final de mes, los jovenes que pierden su casa, llegar a 5 millones de parados, y un sinfin de problemas que no hace falta recordar, y que aun sigan diciendo que vamos bien..
ResponderEliminarExcelente post, es un grato placer pasar por su casa.
feliz semana.
Afortunadamente algo se está moviendo y por fin los jóvenes han salido a la calle a protestar por este sistema democrático putrefacto que tenemos.
ResponderEliminarMe parece importante que se haya dado este paso, pues hasta hace un mes parecía que todo el mundo estaba resignado a votar al bipartidismo caciquil heredero del s.XIX.
Es importante, y más en esta semana de elecciones, que se vea que algo se está moviendo y que no somos la masa aborregada que cren manejar.
Una pena que Madrid, en la línea de Espe, haya prohibido una concentración pacífica.
Saludos.
Ricardo, me temo que después de las elecciones las cosas no variarán mucho. Unos se resistirán a cambiar para no quedar en entredicho. Otros, que ya tocan poder de nuevo, o eso se creen, seguirán poniendo zancadillas, que es lo único que han hecho durante los últimos años. Salvo que haya alguna fuerza que crezca y altere un poco es bipartidismo feroz, o los movimientos de calle cuajen y se muestren más exigentes.
ResponderEliminarDe todos modos, es una vergüenza que siendo elecciones de regiones y ayuntamientos, y por lo tanto el marco y fin de las políticas están sobre todo circunscritas a los problemas y necesidades locales, esté primando más la política general. Aunque entiendo que hay grandes y graves problemas de órbita general, así no vamos a ninguna parte.
Un abrazo. Por aquí sigo, cuando quieras.
CMG, comparto tu alegría. Cunda o no cunda este movimiento, la presencia está siendo numerosa y muy crítica, y la he palpado in situ. Pero o se construye algo más o el bipartidismo decimonónico del que hablas nos seguirá moliendo y cachondeándose de nosotros.
ResponderEliminarVeremos cómo sigue el tema, puesto que hoy parecía estar candente con las prohibiciones tan descaradas de la Junta Electoral.
Todo eso y mucho más sabemos sobrellevar por estas pampas del sur. Políticos corruptos es lo que nos sobra. De ser un bien de cambio, podríamos exportar!...pero, por fortuna -y espero que no se me queden las ganas atragantadas- para las próximas elecciones generales se presienten ciertos vientos de cambio con sustento que me renueva la esperanza. Aunque las expectativas no alcancen quizás para aspirar al triunfo, ya lo es, de por sí, que se esté consolidando una alternativa por fuera de este bimartidismo insustancial que viene atando desde que tengo memoria nuestros destinos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Neo. Como desde siempre he seguido más o menos de cerca la situación argentina (ahora, cieto que menos), me gustaría saber cuál es, según tu criterio, esa fuerza que puede partir el bipartidismo y ser una ocpción seria y esperanzadora que vaya más allá. Soy todo oidos. Buen día.
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