Hablar de temas donde esté por medio la Iglesia suele ser perder el tiempo. Y luego malhumorarse. Sin embargo, como quien se rasca porque algún bicho le pica y trata de evitar el escozor, no es posible callar. Me llamó la atención que hace un par de semanas El País de la edición catalana llevara embutido un periódico publicitario de la Conferencia Episcopal, titulado XTantos, compuesto nada menos que de dieciséis páginas. Este panfleto, subtitulado Programa para el sostenimiento de la Iglesia, también se repartió en iglesias y en alguna ciudad andaluza a las puertas ¡de Hacienda! Con ese panfleto, totalmente partidista, se pretendía estimular que la casilla de la X en la declaración de la renta se inclinara a favor de dicha organización religiosa. Quiero pensar que El País cobró a la Santa Madre su correspondiente tasa en concepto de publicidad (que, por otra parte, tiene que ser muy elevada, como toda publicidad de dicho periódico) Pero dejémoslo ahí.
(Sibilas del Museo Nacional Colegio de San Gregorio, de Valladolid)
Sobre los contenidos de dicha publicación, nada nuevo. En la clásica línea de portadores de la verdad, pero haciendo hincapié en su obra social y caritativa. Hablar de la caridad siempre ha prendido en las almas cándidas. ¿O en aquellas que se conforman con tranquilizar su conciencia? Es una vertiente que siempre saca dinero del personal. Buscar los caminos de la justicia y de la igualdad suelen ser siempre más complejos y arriesgados que los de la caridad cristiana. Y no son precisamente paralelos ni hablan el mismo idioma. El objetivo de XTantos animaba a marcar la equis para su cepillo ofreciendo datos de que en la Declaración de 2009 aumentaron las declaraciones favorables a la Iglesia. Miren. La cuestión es que Iglesia y Estado tienen que estar absolutamente separados. Que en la Declaración de Hacienda no debe figurar casilla para ninguna religión, ni siquiera tradicional. Que la recaudación es un objetivo civil, laico y que va a revertir en obras del bien común, y no de los bienes particulares de confesiones religiosas. Mientras no se deslinden con claridad los campos de interés público de los de carácter privado y confesional, siempre habrá daño y agravio comparativo para el conjunto de la ciudadanía.
Otro tema, para tratar aparte, es la asignación millonaria directa que el Estado supuestamente laico concede a la Iglesia en virtud de los acuerdos con el Vaticano. Un concierto ventajista e injusto que clama al cielo de la Razón y de la Lógica e incluso al cielo de los creyentes católicos. Y no entremos, de momento, en las aportaciones y concesiones a ese cuasimonopolio de la enseñanza privada de que dispone el catolicismo, disfrazado de enseñanza concertada. Al Partido Socialista probablemente le quede poco tiempo en la gobernación del Estado, según soplan vientos y encuestas. Al menos debería dejar resueltos dos asuntos pendientes. Uno, secular, el de las relaciones con la Iglesia, disponiendo una separación Iglesia-Estado que sentara cátedra. Otro, el de la Memoria Histórica, haciendo justicia a cuantos fueron perseguidos innoble e ilegalmente por el franquismo. Desde luego, yo respeto la financiación de la Iglesia en el sentido que el monaguillo de la foto indica. Así sí, parece decir. Ahí sí, en su ámbito, en función de la generosidad de los acólitos, sin extorsionar al Estado, sin recibir del Estado. Cualquier otra recaudación a cargo directo o indirecto del Estado podrá ser legal, en virtud de que nunca se ha cortado la picaresca, pero nunca legítima. Hay un sector amplio de la sociedad que demanda justicia e independencia de ese poder tradicionalmente fáctico.
Encuentro en la red una página independiente que puede ser interesante para informarse. Se trata de http://www.portantas.org/
La Iglesia es anterior al Estado, no será fácil separarlos, pero no por ello debe renunciarse a ello.
ResponderEliminarUn saludo
Tratándose del partido político histórico, civilizador, director de las buenas costumbres, parece tener un poder insospechado, solapado, insuflado, que hace titubear sobre la existencia de 'algo del más allá'
ResponderEliminarCaray que tan iguales somos.
Un abrazo
A igreja não deveria estar acima do estado, mas, reconheço que é dificil bater de frente contra uma instituição de tamanho poder.
ResponderEliminarenquanto isso esperamos apenas...
abraços fartos amigos
e uma ótima semana
Tengo las manos ardiendo, de tanto aplaudirte.
ResponderEliminarSi tenemos en cuenta que la iglesia se ha secularizado casi de un modo total, al pedir dinero para financiarse podríamos contemplarla como una entidad cultural, que es lo que es en realidad. Francamente, atacar siempre a la iglesia por motivos económicos a veces me aburre. Es cierto que resultan irritantes sus prejuicios, pero tampoco podemos ser ciegos al bien que hace socialmente. Pobres de los pobres si la asociación Caritas, por ejemplo, desapareciera.
ResponderEliminarMe sumo a todas y cada una de las palabras que, tan acertadamente, has expuesto con mucha lucidez, objetividad y cansancio del lastre de privilegios de la Iglesia.
ResponderEliminarSi la Iglesia fuera realmente caritativa, cosa de la que se vanaglorian y, parecer ser que es su objetivo, no tendría que leer casi diariamente los atropellos civiles y económicos que Obispados varios y variados, y demás estamentos tan santos, cometen con los que se llaman "necesitados".
Si la Iglesia fuera realmente caritativa, dejaría de poner la mano (que no la pone, hay casos que ya casi se acercan a la extorsión o como mínimo a unos vergonzosos privilegios prehistóricos e injustos), y bajaría la cabeza, porque no es la Iglesia es estos momentos la más necesitada de ayuda económica sino aquellas familias, negocios empresas que están sufriendo estos tiempos inevitables. Tampoco considero que la Iglesia sea un cauce por el que va esa ayuda económica (me abstengo de dar cifras astronómicas de ingresos del Vaticano, Obispados a cuenta de especulación inmobiliaria, etc), sino que esas "dádivas" de la declaración de la renta (gota a gota, un mar), y esa asignación del Estado, se encaminan hacia lares no siempre beneficiosos para los componentes de su Iglesia.
No quiero extenderme más. Estoy completamente de acuerdo en la separación Iglesia- Estado, pero que sea una separación real, no entre visillos, en lo que concierne a la Renta, asignaciones estatales y, dicho sea de paso (que la cabra tira al monte), en la enseñanza, suprimiendo la asignatura de Religión y colocándola en las catequesis para quien la tenga a bien.
Interesantísimo tu texto. Un placer leerlo.
Saludos cordiales.
El fondo del asunto, para mí, es que esos individuos que marcan la x, pagan menos impuestos que el resto, lo cual es tremendamente ilegal e injusto.
ResponderEliminarDel dinero que tendrían que pagar al Estado, descuentan una parte que se la entregan a una asociación a la que pertenecen y no a todos, no al conjunto de la ciudadanía.
Desde Arian seis
Si esa contribución, y creo que debería ser por parte de sus fieles, se dedicase a la obra social, tal una ONG, no me importaría, pero es que la Iglesia SÍ es una organización con ánimo de lucro.
ResponderEliminarEchemos una vista al pasado y veamos su patrimonio.
Ojo, y veo admirable la función de misioneros y cáritas, pero de ahí a medir a todos con el mismo rasero... La avaricia y el egoísmo forman parte de los pecados capitales de algunos de sus integrantes de la alta cúpula.
Veo difícil la separación Iglesia -Estado, ningún partido político por muy de izquierdas que sea, dudo que se atreva.
En la docencia tenemos que sufrir la asignatura de Religión, robándonos horas a otras más importantes, con profesores nombrados a dedo por el arzobispado sin pasar por ninguna oposición, y creo que por esa regla de tres debería haber clases de religión católica, protestante, musulmana, budista, hinduista, taoista, etc pues tenemos alumnos de todas esas religiones; o lo más lógico: escuela laica, cada cual que estudie la religión en casa.
Como dijo D. Quijote: "Con la iglesia hemos topado amigo Sancho".
Pásate por mi blog y verás la situación de la educación.
Un abrazo.
Cierto, Pilar. Pero la cuestión no reside en los tiempos históricos, sino en cómo un ente como la Iglesia se ha ido reconvirtiendo a cada tiempo histórico. Y algo significativo desde hace mucho: no es necesaria su existencia para la humanidad. Viven de ese complejo, pero su código cultural y de valores ya no sirve. Claro, que su sincretismo es capaz de todo.
ResponderEliminarGracias por pasarte.
Oriental, no sabes cómo agradezco ese tono irónico y cómplice. Nada más que decir al respecto.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ok, Nina Pilar, com a sua opinião.
ResponderEliminarEu acho que a Igreja nunca quero desistir de seus privilégios.
A Igreja deve primeiramente introduzir o significado de democracia e liberdade do interior de si mesma.
Obrigado. Bom dia!
Sopla, María Jesús, sopla. Que más queman los anatemas, jaj. Saludos.
ResponderEliminarJosé María, gracias por opinar. Es un placer tenerte entre los comentaristas. MI opinión es que la secularización de la Iglesia es más bien formal y aparente. Mientras no introduzcan en su seno el sentido de la participación libre, de la democracia y de la libertad, que son elementos seculares verdaderamente creativos, no puedo creer que la Iglesia haya cambiado.
ResponderEliminarY el asunto no es meramente la pela por la pena, obviamente, sino el Poder por el Poder. Quiere seguir manteniendo influencia, control y modus vivendi. Es demasiado obvio lo que es y cómo se manifiesta como para expandirnos aquí. Por supuesto, mi visión no es referirme a la Iglesia por el lado económico solamente. Me preocupa más su versión y visión ideológica, pero este asunto es más largo y no es objeto directo de lo expuesto en el post.
Un saludo cordial.
Marisa, eres tan clara y explícita que nada puedo ni debo añadir. La visión caritativa es siempre antitética de la visión justa. Con frecuencia se desarrolla y promociona la caridad, porque e smás barato ejercer eso que no la justicia. La justicia exige reparto. El reparto no interesa a los poderosos, entre los que se encuentra el ente de Roma.
ResponderEliminarDe acuerdo en que la Iglesia no debe ser cauce de nada que no haga el Estado. Por eso mi visión es también de exigencia con el Estado, que no debe caer en limosnerías y subsidios sin fin. Pero claro, igual que topamos con la Iglesia en unas cosas, topamos con el Estado en otras. Y es que el ente laico por excelencia está al servicio de los capitales, principalmente financieros, ¿o no?
Tremendo tema que estará cada vez más al rojo vivo y más lacerante.
Pásate cuando quieras. Abrazos.
Manu, vaya recovecos tiene el asunto del ente cuyo reino no es de este mundo, ¿eh? La vía del escape fiscal no es precisamente ejemplar. Bueno, sí, para la moral que ellos predican.
ResponderEliminarUn abrazo.
CMG, introduces en el debate una calificación interesante. Lo del ánimo de lucro. Por supuesto. El curriculum de ese ente está definido por ese espíritu de lucro. De ahí que resulte siempre tan chocante la contradicción entre lo que predica y lo que demuestra. Nada nuevo. El refranero español y el quijotesco está repleto de frases donde se señalan sus paradojas. Bien conocidos han sido por elpueblo siempre. Lo curioso es que encima les molesta que hagamos hincapié en sus riquezas. Ay, ené.
ResponderEliminarPuntualizas muy bien, como es tu costumbre, me pasaré a leer tus experiencias.
Buen anoche.
Sinceramente suena anácrónico que aún estén tan entrelazados!Por lo menos, antes de irse, sería lógico que el PSOE por lo menos concretara lo prometido en esos puntos.
ResponderEliminarSaludos.
Lo lógico en la política está en función del interés. La Iglesia, principalmente su Episcopado, ha sido extremadamente beligerante con el gobierno de Zapatero. Son unos desagradecidos porque les han dado de todo y encima tuvieron la desfachatez de decir en algún momento que se sentían perseguidos.
ResponderEliminarY con ese tipo de presiones la Iglesia logra que no se metan con ella. Saludos para el Paraná.
"Con la Iglesia habemos topado amigo Sancho", no es fácil debatir sobre ella, siempre hay algún contertulio con orejeras que te "jode" tus argumentos, no por racionales sino por todo lo contrario.
ResponderEliminarZP no va a romper los acuerdos del Vaticano, nos va romper a todos si continua por el camino de darle la razón a todo lo que diga el Banco Europeo que parece que es la mismísima Iglesia.
Que la Iglesia pida pelas, es normal cada vez que lo hace se le da, o te amenaza con el tema de la enseñanza o de las ONGs que tiene atendiendo a distintos grupos sociales, lo que tiene que hacer de una puñetera vez el Estado es retomar aquello que le corresponde y mandar a la Iglesia a los conventos, catedrales y parroquias y que desde ahí hagan la política que les venga en gana.
Emilio Manuel, bienvenido y felicidades por dedicarte a la antropología. Aunque haya varios enfoques y objetos de la misma es una ciencia que me merece un crédito especial. Proporciona elementos de conocimientos hasta planos verdaderamente revolucionarios en el pensamiento.
ResponderEliminarMi experiencia de debate sobre temas de Iglesia es dual. Incluso con miembros de la misma. Hay algunos con los que se puede hablar, coincidir, converger incluso en elementos comunes. Hace treinta o más años había muchos, pero la Iglesia se ha ido depurando. Se ha quitado de en medio poco a poco a los críticos, disidentes y heterodoxos propios. Los que permanecen en oficio son inquebrantables, rígidos e impositivos. Tienen introducida en su psiqué el mito de la verdad absoluta y no hay quien les apee.
De acuerdo con que ni ZP va a solucionar el tema con la Santa Madre ni va ceder ante las presiones de todos los poderes económicos. Con la claridad de que quien venga después, supuestamente del PP, hará la misma política y más sumisa con los amos y más dura con los esclavos.
Tu último párrafo tiene materia y solera reservada 1789. Buen año y buena cosecha.
Un abrazo y retorna cuando te venga en gana.