(Fotografía de Ivan Cap)
La televisión sigue siendo ese oscuro objeto de confusión de masas. Digamos las cosas tales como son. Por ejemplo, no sé qué día de esta semana oigo en un noticiario que la Guardia Civil ha detenido a doce terroristas ecológicos. Mi asombro no da pábulo. ¿Terroristas ecológicos? Aguzo el oído. Se trata de doce presuntos miembros de un grupo radical que liberaba visones de una granja donde los crían (los producen) para un destino final muy expreso: la fábrica de confección de las pieles de ídem.
La primera pregunta que me hago: ¿está instaurada ya en el Código Penal la figura del terrorista ecológico? Ahora me entero. Pero los medios -¿o siguiendo las pautas que emite el departamento de policía?- ya ponen en circulación el concepto. Mi perplejidad ingenua me lleva entonces a hacerme nuevas preguntas. ¿Se va a actuar contra el salvajismo de los cazadores por diversión? ¿Se va a proceder a detener a los consejos de administración de las empresas fabricantes de automóviles, por su contribución a la contaminación ambiental? ¿Se va a encarcelar a los directores de fábricas que contaminan la atmósfera por la emisión de CO2? ¿Se va a capturar a los dueños de las empresas de pesticidas que están envenenando cultivos? ¿Se piensa actuar contra los propietarios de empresas químicas que vierten sus deshechos en ríos y mares? ¿Se va a prender a los representantes de los grupos de presión de la energía atómica que han puesto en marcha la obtención de energía sin resolver varias fases de ese proceso (recuerda: Fukushima, la última barbarie)? ¿Se va a procesar judicialmente contra los altos cargos de los bancos que blanquean dinero o los trasladan a paraísos fiscales? ¿Se va a enviar autos de procesamiento contra los ejecutivos de transnacionales que con sus políticas de precios sobre las materias primas inciden en el hambre y miseria de muchas naciones africanas?
Etcétera. Etcétera. Hacer un memorial de los verdaderos causantes de los daños ecológicos cubriría páginas. Todos los tenemos en mente. Sin embargo a todos ellos no se les cita ni como terroristas ni como delincuentes ni como defraudadores. El medio ambiente también puede ser alterado por la palabra. Por las informaciones plagadas de insidia, de agresividad y de difamación. El medio ambiente también existe en las mentes humanas. Cuando los medios informativos hablan sin razón y lanzan vocablos y conceptos falsificados, ¿por qué tienen que irse de rositas?
(Cartel exhibido en la acampada del movimiento 15M en la Plaza de Cataluña)
Y sin embargo, tengo que decir como el auténtico Juan de Mairena: “En verdad que no son las palabras lo que más asusta, sino ciertas imágenes groseras que en muchas cabezas suelen sustituir a las ideas…” Y me viene a las mientes lo de la camiseta de la Roja derivando conciencia y pensamientos, que ahora, para más inri, va a tener un doblete con la Rojilla. El colmo. Pregunta: ¿competirán papás, niños y mozalbetes por llevar una de las dos camisetas? ¿Por las dos? ¿O portarán una encima de la otra? Malos tiempos si sólo hay serrín en el cerebro.
Yo pensé que estaba alucinando cuando leí la noticia.
ResponderEliminarTerrorismo ecológico son los vertidos al mar y al aire de materias tóxicas, son las edificaciones sobre las costas, es llevar al matadero a los animales tal y como se llevan y por supuesto matarlos..., acabar con el planeta.
Lo que no entiendo es por qué tuvo tan poco eco esta noticia,es lo primero que leo al respecto.
Porque no hay sensibilidad, MJ, porque ya no se escuchan las cosas, porque nos apartamos de todo y todo da igual a mucha gente. Hace años leí una vez que en el futuro los ecologistas serían considerados terroristas, y mira, un sector de defensores de los animales ya empiezan a ser tratados como tal ¡por la prensa y las emisoras tv!
ResponderEliminarTendría que haber debate sobre el flaco favor que están haciendo los mass media a la democracia con su edulcoración y amarillismo. Creo que muchas denuncias de la gente que ha participado en el 15M y que gritaba contra los medios les ha sentado mal. Pero al menos está diciéndose.
Mas el poder de esos medios es mucho y abundante. Los temas tenemos que airearlos, moverlos y zascandilearlos en la Red. Al menos, mientras en ésta se nos permita márgenes de libertad.
Gracia por manifestarte sensible al tema. Un abrazo.
A mi me parece muy bien que liberen hurones de una fábrica así. A los tipos que lo han hecho quizá podría llamárselos con más exactitud terroristas ecologistas, pero bueno, es una boutade. El caso es que llevamos siglos maltratando a los animales en pro de nuestra especie, sirviéndonos de ellos quiero decir. No sé si habeis visto un documental llamado El pan nuestro de cada día en el que, sin palabras, la cámara va recorriendo las enormes factorías de carne y verdura donde se producen los alimentos que llenan los supermercados. Es realmente estremecedor ver cómo se trata a los animales, y nadie dice nada porque a todos nos gusta comer carne, y tenemos que matar para eso. Quiiero decir que si queremos llevar a las últimas consecuencias el debate ecologista tendríamos que plantearnos muchas, muchas cosas, algunas de nuestras más íntimas convicciones. No se alimenta a 6.000 millones de personas con bonitas ideas.
ResponderEliminarEn fin, que somos una plaga que estamos cargándonos a las demás especies. Si se piensa fríamente es lo más natural del mundo.
Buen blog.
un saludo.
No, claro que no. Mientras se atente contra la Naturaleza y la salud de los países emergentes nadie actuará ni siquiera existirán leyes que lo regulen y si existen, nadie las aplica. Pero pobre del que atente contra la "propiedad privada" de cualquier emprendedor capitalista!...aunque se trate de vidas de animales cuya muerte NO se justifica por la sobrevivencia de alguna persona, para ese caso SEGURO aparecerán y se aplicarán leyes con todo el rigor que haga falta.
ResponderEliminarUn abrazo.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarUn link que dejo a propósito del tema, aunque no sé si es en serio o si se supone es irónico
ResponderEliminarhttp://www.equanimal.tk/
¡¡ay!! que cosas dices, los ecologistas son la basura del mundo, son los provocadores de que los constructores no hayan podido construir en toda la costa, aún queda algún lugar libre, en los ríos y lagos de interior ni en los parques naturales, en la Alhambra no nos han dejado hacer apartamentos, ni nos permiten subir alturas dicen que si tapan vistas que si los cimientos...todo mentira, no nos permiten echar desechos en los lagos, ¿donde vamos a limpiar nuestras fábricas entonces? menuda majadería. Estos incultos ecologistas viven trasnochados y no dejan ni a los banqueros ni a los que generamos riqueza que nos sigamos haciendo más ricos, menuda pandilla de cretinos estos ecologistas.
ResponderEliminarEste es el punto de vista de un empresario "modelo" que construyó en Seseña: Francisco Hernando, o el hoy concejal en Córdoba: Sandokan; como estos, muchos; cuentan con el dinero, ahora un poquito menos, pero siguen siendo unos depredadores y si además tienen a los medios de comunicación comiendo de su mano, "aquí pan y después gloria".
Saludos
Muy bueno todo, y los comentarios también. Uno de los grandes problemas de la "democracia" en la que vivimos son los medios de in-comunicación, plagados de estupideces, falsedades, comentarios de subnormales ensoberbecidos desde su cátedra..
ResponderEliminar"Para hacer abrigos de visón".. todavía hay mucha pedorra (no hay otro término para expresarlo) que se plantifica un visón porque lo marca su estatus social.
Juan C, Es verdad que no se alienta a seis mil millones con palabras. La cuestión es diferenciar aquello que es para alimentarnos y lo que es para lo no-necesario. Porque resulta que detrás de cada actividad productiva hay más de interés por el beneficio que de demanda de necesidad de supervivencia. Es lo que ha generado el sistema del consumo: tener por tener, comprar por comprar, comer por comer, etc.
ResponderEliminarPor supuesto, la historia de la Humanidad va vinculaa al maltrato de sectores de la Humanidad (no olvidar desde el esclavismo hasta la explotación obrera) y más todavía al uso y abuso de las especies animales. No he visto ese documental del que hablas, probaré en la Red a ver si lo encuentro, y si no, pásame la referencia. Me gustaría verlo.
Y no me cabe duda de lo que dices: cargarnos a las especies es el afinamiento de nuestra condición de especie que se impone. Pero, ¿cuántos individuos de nuestra especie nos da en pensarlo?
Bienvenido.
Neo, tu claridad y firmeza la asumo. Nada que añadir por mi parte. El sistema -sus gobiernos, sus jueces, sus leyes, sus políticas- hace la vista gorda para los grandes temas donde se cometen tropelías.
ResponderEliminarEmilio, lo que parece acre ironía en tu texto es pura realidad. ¡Y la gente ha votado a personajes como ese Sandokán! Como votó en su día a Jesús Gil y sus secuaces. ¿Qué se necesita para que la sociedad adquiera conciencia del daño al medio en el que vivimos? Empiezo a pensar que la gente vende su primogenitura asquerosamente por el plato de lentejas, ¡a cualquier precio! La gente es cortoplacista, egoísta, de un carpe diem desenfrenado. No quiere saber de conciencias ni de sensibilidades. Por eso cunden y triunfan los políticos que son depredadores, porque confían en ellos.
ResponderEliminarLamento esta amarga reflexión; me gustaría estar equivocado.
Sdad.Diletante. Gracias por participar en la crítica, que es necesaria. Me gustaría errar, saber que las cosas son de otra manera, que el equivocado soy yo. Lo de los medios de "incomunicacón" es flagrante para gente que procedemos del tardofranquismo, en que algunos periódicos suponían tratamiento liberador de las noticias. Pero hoy, entre la política empresarial de no menear mucho la raíz de las cosas, no jugarse la publicidad de los fabricantes, no desequilibrar las reglas del juego derechosas, y no dejar resquicios a rebeliones insanas...poco nos ofrecen los medios. La tele está más corrupta todavía. Y el periodismo, si alguna vez existió, se lo están cargando del todo.
ResponderEliminarGracias por pasarte. Un abrazo.