La desaparición del Códice Calixtino de la Catedral de Santiago, detectada hace unos días, me ha recordado otras desapariciones. O mejor dicho, otros robos, otras ventas fraudulentas, otros obsequios, otros expolios. Recuerdo haber leído hace unos años un documentado libro titulado Lo que se llevaron de esta tierra, cuyo autor creo recordar que era Gonzalo Santonja, que precisamente trataba de los sucesivos expolios que Castilla y León habían sufrido en su patrimonio a lo largo de la Historia. Por supuesto, el expolio de los bienes culturales y artísticos es una constante que se produce en todos los países, producto de guerras, invasiones o simples comercios ilegales. No hace mucho, con motivo de la desastrosa intervención de las tropas norteamericanas en Irak se supo de la desaparición de miles de obras de culturas mesopotámicas. A esa desaparición no eran ajenos los mismos soldados invasores y ya se sabe que a río revuelto. Y el río revuelto de la especulación con el arte se ha nutrido siempre y en todo lugar, no te cuento en España, de desaprensivos, muertos de hambre locales, mercaderes sin conciencia, caciques que pedían algo a cambio, funcionarios que ponían el cazo, gentes de ascenso social con influencia y poder…No ha habido límite al cupo en el abanico de truhanes.
El libro Lo que se llevaron de esta tierra era una especie de relación sobre los grandes expolios habidos en dos de las regiones más históricas y culturales de España. Grandes ejemplos: las pinturas de la extraordinaria iglesia mozárabe de San Baudelio de Berlanga, Soria, vendidas por un grupo de vecinos de Casillas, que tenían en propiedad la iglesia, a un comprador norteamericano; instaladas ahora en el Museo de los Claustros de Nueva York. Ábside de una iglesia de Fuentidueña, Segovia, hoy también en el citado Museo de los Claustros. Estancias del Monasterio de Santa María la Real, de Fuentidueña, Segovia, repuestas en Miami. Rejería de la Catedral de Valladolid, hoy en el Metropolitan Museum de Nueva York. Cito algunos de los casos más flagrantes y valiosos que salieron de mala manera en su día. Supongo que de la misma manera que se llevaron de Castilla obras de arte, también salieron de modo fraudulento e ilegal de otras comunidades españolas.
En esas grandes operaciones de migraciones forzadas de tesoros artísticos la principal responsabilidad recaía casi siempre en las autoridades, que miraban para otro lado, y en los eclesiásticos, que disponían a su capricho de bienes acumulados a lo largo de siglos. Los anticuarios de hace unas décadas sabían mucho de los movimientos de algunos obispos respecto a objetos de iglesias de sus diócesis. Unos cuantos relatos escuché de labios de los mercaderes de las antigüedades. Así que, a la espera de acontecimientos referentes al Códice Calixtino evaporado de su cámara blindada (menudas medidas de seguridad, es lo primero que uno piensa), se impone el recuerdo y la reflexión sobre esos otros modos de hacer desaparecer el legado artístico. Desde la venta de bienes que no eran propios hasta el robo, desde la ocultación hasta la falsificación, desde las rapiñas hasta los regalos a los caudillos invictos, la Historia está plagada de capítulos en que el comercio de arte y de cultura se ha escrito en negro. Y no sólo de novela policíaca.
Desgraciadamente tenemos un sector muy importante de la población que no sabe nada de bienes culturales y lo que es peor, ni quieren saber, la culpa es de unos políticos que pasan de cultura y no hacen la labor didáctica que debían.Esto se aprecia sobre todo en ciudades monumentales donde hay que tener cuidado de levantar una loseta o un ladrillo porque encuentras restos históricos,a ciertos políticos, instituciones le importa un bledo lo que se encuentre.
ResponderEliminarHay un libro monumental, en 5 volúmenes y con magníficas fotografias, "Dispersión y destrucción del patrimonio artístico español", escrito por Francisco Fernández Pardo, en el que se hace un repaso de todo esto, sus causas, efectos.. Es fascinante cuando narra cómo en momentos del siglo XIX se podían comprar obras de El Greco, por ejemplo, en los chamarileros de Madrid por poquísimo precio.
ResponderEliminarYa desde la Guerra de la Independencia, los franceses aprovecharon para llevarse todo lo que quisieron y más, aunque lo cierto es que por ello les debemos agradecer que el arte español saliera del aislamiento al que el absolutismo le tenía recluído y comenzara a darse a conocer por Europa.
ResponderEliminarRobos de este tipo ha habido y, desgraciadamente, seguirá habiendo.
Un saludo!
Emilio. Pero desde que han encontrado el negocio los hosteleros, tú no veas lo que se potencian ciertos bienes monumentales. Y la Iglesia, que tan poco ha cuidado de bienes de herencia histórica aunque de propiedad o apropiación suya, anda por medio haciendo su particular catequesis ligth. Y recabando dineros de las administraciones autonómicas, porque ellos sueltan lo mínimo.
ResponderEliminarY lo que dices de aparecer restos...sigue siendo una vergüenza, porque se tapan enseguida muchos restos, con la excusa de que no son fundamentales y con la urgencia de que hay que hacer el aparcamiento subterráneo o la torre de pisos.
Señor...
Sdad.Diletante. Esa obra me interesaría cotejarla. Supongo que en alguna biblioteca estará. Porque cinco tomos son muchos para una economía modesta. Y eso suponiendo que se localice la obra.
ResponderEliminarGracias por la cita, me viene de perlas. Aunque es un tema que me enoja y me incendia.
C.G.Aparicio. Naturalmene, todo tiene su cara y su cruz. Sé de los expolios de los franceses en España (¿cuántos españoles estarían compinchados?) Mira su paso por Egipto. Y no te cuento la mano rapiñadora de los ingleses que robaron a los franceses que habían robado los tesoros egipcios...O los trapicheos de Lord Elgin en Atenas, o de Lord Carnavon y Howard Carter en Egipto.
ResponderEliminarEtc. etc. etc. Lo que peor sienta es cuando desde dentro, por causa de la incultura, la miseria y el abuso de poder se han cometido o dejado cometer tropelías.
Una cuestión intrínseca a la acumulación de fuerzas, y al poder que ejercen los conquistadores sobre los conquistados.
ResponderEliminarHeme aquí, luego de la conquista española, perdimos el oro y ganamos en cultura. ¿Te has preguntado que hubiera pasado si nos hubiesen conquistado los hunos?
No tendríamos nada de eso.
Ah...y sí, mi querido amigo, detesto lo que han hecho los conquistadores y no festejo el día de la raza (12 de octubre) en todo caso hago un voto de recogimiento por el dolor de nuestros pueblos.
Pero, yendo a tu artículo, los invasores, conquistadores o incursionistas por lo general saquean los pueblos, ¿si saben de arte?...nada más cuanto le dan por él.
Un abrazo.
Gracias por el link que me has pasado, estoy retrotrayéndome en noticias.
A España llegaron los bárbaros, hermano (vándalos, suevos, alanos, luegp acontecieron en más godos...) y vaya a saber usted si eran tan bárbaros como los pintaron. Claro que los conquistadores saben de arte, los que cito sabían, los yanquis en Irak sabían...pero las guerras, desgraciadamente, tienen sus leyes antilegales, y se cometen fechorías a patadas.
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