Vaya drama. Me entero de que a partir de hoy no pueden ya inaugurar nada las autoridades hasta después de las elecciones municipales y autonómicas. Según la ley electoral. Vaya aburrimiento. ¿Qué van a hacer mientras? ¿Pasearse como simples ciudadanos por nuestras calles? Por eso andaban con tanto trajín estos últimos días en pos de la foto, cortando cintas de banderitas y corriendo a apuntarse el tanto. Porque esa manía que tienen de que si no salen en la fotos y en los papeles es como si no hubiera obra es más bien un mal endémico.
Y daría risa, si no fuera por la cantidad de presupuesto que juega de por medio en pueblos, ciudades, provincias y regiones. Y ese comportamiento de nuestros mandos cívicos se ha manifestado hasta sumamente surrealista. Admitamos razonablemente, los hipotéticos votantes de tirios y troyanos, que los alcaldes y presidentes autonómicos se han pasado. Recientemente se han inaugurado aeropuertos sin aviones, sin vuelos, sin viajeros, sin servicio, en fin. Se han inaugurado maquetas (sí, simples maquetas de juguete) de hospitales y estaciones de trenes subterráneas sin trenes. Es decir, que últimamente se inauguran no ya obras, sino vulgares y verbales intenciones. Ya les vale. ¿Nos toman por tontos? Se ve que sí, y lo seremos si se lo permitimos, y esos señores tienen nombres y apellidos de formaciones políticas. Sólo es cosa de enterarse.
Aunque la mayoría de nuestros gobernantes son precavidos y dosifican inauguraciones, cortes de banderitas y paseos a las obras a lo largo de los cuatro años de mandato. Siempre me ha llamado la atención ese marketing, esa imagen, ese exhibicionismo. Pero, ¿es que no es su función, para la que precisamente son elegidos, impulsar la gestión pública de la mejor manera, haya más o menos obras, más o menos realizaciones? ¿Acaso no son elegidos para hacer lo que hay que hacer, sin mayores alharacas? Porque de lo que se trata es que hagan lo necesario y de la mejor manera. Un principio éste que queda postergado con facilidad porque da la sensación de que el secreto de la gobernabilidad no es tanto ejecutar servicios verdaderos y eficaces como proporcionar negocios a las empresas, lo cual muchas veces descubre amiguismos, acuerdos en la sombra o corrupción descarada.
El ciudadano quiere ver menos fotos y más gestión inteligente. Más desarrollo de recursos públicos para lo público y no para ganancias privadas. Acepta inversiones fuertes si redundan en la comunidad y no en la privatización de bienes públicos. No, no es la política lo que falla por sí misma. Es la ética lo que falta en ciertos individuos votados en estos tiempos de dinero a raudales.
Y después uno tiene que ver durante años la plaquita conmemorativa de "este proyecto fue inaugurado durante el mandato del alcalde fulanito, en el año...", como si el alcalde fulanito hubiese sufragado la obra de su propio bolsillo y no con dinero público. Sin ir más lejos este fin de semana se inauguró en Galicia la nave de una empresa dedicada exclusivamente a la conserva artesanal que costó 9 millones de euros. De los cuales 3,2 los subvencionó la consellería de industria, y otros 2,6 la consellería de mar. En total 5,8 millones destinados para crear la friolera de....¡40 puestos de trabajo!!!Que claro pueden llegar hasta 70 si la demanda crece. En fin una se pregunta por todas esas empresas que cierran cada día, destruyendo cantidades superiores de puestos de trabajo, en las que la diferencia entre la supervivencia y la quiebra puede ser una póliza de cantidades que se cuentan en cientos de miles de euros y no en millones de euros. Y no quiero decir con esto que se tenga que abrir la manga del dinero públido indiscriminadamente a las empresas. Pero me preguntó por qué unos tienen tantas facilidades para empezar, hasta que leo los nombres de los accionistas de la citada conservera entre los que están la familia Falcó, el presidente de Pepsico en España, un directivo del Banco Suízo en España, etc. Y después miro de reojo a una conservera pequeña que está justo aquí al lado, con una diminuta fábrica y que es seguramente la más renombrada en el sector de la conservera artesanal en España, y me preguntó para qué tantos millones.
ResponderEliminarPerdona la extensión del comentario. Es que al leer tu entrada no he podido evitar acordarme
Saludos,
En absoluto me parece larga tu intervención, Vera. Me parece en su justo término, de calidad y cantidad. Y lo agradezco, porque el quid de un blog no es solo que el bloguero de turno suelte su parrafada (que sí, que también, que viene bien desahogarse, que es ejercicio de libertad personal y cívica) sino que estimule a otros a opinar. Intercambiar experiencias, informaciones próximas y opiniones me parece enriquecedor, además de ser una práctica útil, frente a tanto mudo que hay por ahí fuera y que bala como las ovejitas.
ResponderEliminarYa que citas lo de la plaquita, mira, se me había pasado, y en cuanto encuentre una a mano la haré la foto y luego soltaré la perorata de turno, porque me lo sugieres. Siempre me ha llamado también poderosamente la atención el asunto de las plaquitas, que hunde sus raíces en la dictadura, donde las había por doquier.
Y das en la clave cuando dices..."como si el alcalde de turno lo hubiera sufragado de su bolsillo"...A mi modo de ver les falta pudor. No hacen más que alardear de que están ahí para servir al ciudadano...¡como si no cobraran por ello!, en sueldo, en su perseguido "prestigio", en sus comisiones que vaya usted a saber, en su ego y apariencia.
Tampoco me sorprende lo del accionariado que citas por sus nombres. Por supuesto, de ordinario los que más reciben en subvenciones son los que ya tienen poder, influencia y dinero. Lo saben hacer, están muy enterados, yo diría que más bien avezados en sus negocios y avisados por sus contactos.
Muy buena comunicación la que me haces, Vera. Te espero otro día por aquí. Barra libre.
Un abrazo.
En España hemos copiado el modelo norteamericano de campaña electoral que hacen los políticos. Lo que pasa es que aquí además de copiar mal, algunos pecan de analfabetismo y creen que los ciudadanos también lo somos.
ResponderEliminarCreo que nos subestiman, pero claro, con tanto conformismo, ellos piensan que "ancha es Castilla" para campar a su antojo sin que nadie les pare los pies.
En los últimos años hemos pasado de la política caciquil a la de los trepas que buscan la manera de enriquecerse.
Sólo hay que mirar la lista de candidatos de cada partido (y más si se vive en un pueblo donde todo el mundo se conoce), para ver que muchos de ellos no tienen dotes intelectuales ni oratorias para dedicarse a tales menesteres.Pero claro, ahí entra la fórmula del "yo te doy a cambio de".
Sin ir más lejos, en mi pueblo concretamente, hay algún/a concejal analfabeto/a (sí, sí, que no sabe leer ni escribir), pero para eso se paga a los técnicos de los ayuntamientos, para que le hagan el trabajo, mientras el/a susodicho/a sale en la foto.
Es patético, pero es el panorama actual de la política, y lo peor es que hay cada vez más gente desencantada que no piensa ir a votar pues "total, todos son iguales".
Hace dias que me acerco a leer este blog y hoy quiero dejar mi comentario....
ResponderEliminarcorroboro lo expuesto aqui tanto por ti como por los comentaristas que me han precedido, sea como fuere por la foto o no, que por cierto acertadisima la que ilustra este texto, un guiñol que es lo que son o como diría mi padre, "personajes de opereta", por lo menos, añadiendo un punto de positividad, nos quedan las obras que inauguran para disfrute de los ciudadanos, para mejora de los pueblos y ciudades, a pesar de...
Un saludo y seguiré leyendo este blog.
CMG, también resulta muy valiosa tu aportación. Es lo que más me gusta de los comentarios, que podamos aportarnos e intercambiar opiniones y vivencias, lo que tocamos de cerca, vamos. ¿Analfabetos en Valencia? Cuesta creerlo. Pero tienes razón en lo de los técnicos, creo que se hace con frecuencia excesiva dejación a sus criterios (¿sólo criterios?) y luego las obras salen como salen. O como se endeudan.
ResponderEliminarLo del "todos sois guales" resulta un subterfugio, una excusa, una huída hacia adelante de los que jamás darán un palo al agua por arrimar el hombro a una causa a favor del pueblo. Hay muchos que la política les viene grande desde la cuna, no ya incapaces de participar en la vida cívica, sino en sus propias familias. Pero también es cierto que el sistema, con esa tendencia a lo americano (ojo, que en USA hay otras cosas y la participación a nivel de base existe mucho más de lo que nos pensamos) y al bipartidismo, no favorece la sensibilidad ciudadana.
Es un tema sumamente interesante para comentar, y habrá nueva oportunidad, y ya la buscaré en estas páginas. Y si no, sacadlo vostros.
Muy oportuna, eh. Un abrazo.
Anna, gracias por tu presencia, que espero se instale por estos lares. Una de las cosas que me preocupan siempre, y yo no escapo a ellas, es que tendemos a reducir a veces las cuestiones. A desanimarnos, a verlo más difícil y oscuro, de lo que por sí puede que resulte o que no.
ResponderEliminarYo no creo que todos sean iguales, ni marionetas, pero otros sí, y mi crítica va hacia estos. Bueno de relativa marioneta, porque asumen el rol, les gusta estar, aparentar, creerse alguien. Y hay que recordar que están para realizar la gestión, insisto. Y si no, que no se presenten. Parece que fuera obligatorio aplaudirles como no siempre justo vituperarles, obviamente. Y para chasco que las obras que se ejecutan con presupuestos públicos no permanecieran. La cuestión es: ¿se realizan las obras con criterios claros, necesarios, justos, posibles y factibles de llevar a cabo sin mayores perjuicios?
Yo he formado parte de asociaciones vecinales y era ordinario discrepar de los puntos de vista de la autoridad elegida. En las asociaciones se informaba y comentaba ampliamente antes de decidir exigir algo, pero los alcaldes pasaban de nosotros o trataban de llevarnos a su huerto. Siempre he creído que deberían escuchar más a todo tipo de entes. No para justificar una aparente participación cívica (con frecuencia queda en eso, y sobre todo en ayuntamientos de derechas) sino para realizar algo que no sea para relumbrón y sí eficaz y eficiente.
En fin, que seamos positivos, que sí, que hay muchas posibilidades porque dinero ha habido estas últimas décadas. Cómo s ehaya utilizado es otro asunto.
Un abrazo.
Tema largo
Sí, aunque cueste creerlo, hay dos señoras mayores, que su partido sabrá porqué ha puesto en una lista para salir de cargos electos, que son prácticamente analfabetas. Ostentan concejalías menores (evidentemente no están en urbanismo, ni presupuestos, faltaría más), pero ahí están.
ResponderEliminarMi teoría es que ambas, o bien por pertenecer a una falla, o a una asociación de vecinos o a cualquier otro grupo social que pueda mover votos, han sido colocadas estratégicamente.
Y aunque nos parezca extraño, en las ciudades dormitorio cercanas a Valencia aún se funciona así y existe el analfabetismo entre personas mayores, algunos inmigrantes de los años 60 y otros valenciano-parlantes que no dominan ni el valenciano ni el castellano escrito.
Cosas más raras se han visto.
Me parece perfecto que este tema dé de sí para que puedas colgar otra nueva entrada.
Ahí estaré para comentarla.
CMG. Bueno, por lo que yo conozco, hay de todo en las listas, depende de que los partidos sean mayores o menores, tengan muchas o pocas posibilidades. También hay mucha gente de relleno aunque no haya posibilidades de que salgan. Y luego está el tema del analfabetismo cultural, político y participativo. Claro que hay gente que tiene experiencia, incluso desde la base, pero muchos de ellos no, y su nivel está en función de lo que les proteja y prepare la formación a la que pertenecen. En fin.
ResponderEliminarCon todo y con eso, si al menos hubiera buena intención, honradez y cierto grado de capacidad ya me conformaría.
Interesante que entres en matices y, aunque todo hay que verlo en su relatividad y prudencia, hay que tomar nota. No obstante, mi opnión es que no hay que dejar el cheque en blanco a los que sean votados y elegidos. Que hay que fomentar otras instancias cívicas desde las que se haga seguimiento y control de la gestión de quienes salgan. Para mi, es insuficiente dejarles hacer. Hay que controlarlos. Pero es una opinión muy personal, aunque la compartamos bastante gente.
Un abrazo.