hoy es siempre todavía

jueves, 10 de marzo de 2011

La lista Forbes




¿Sirve para algo que la revista Forbes divulgue el ranking de los ricos más ricos del mundo? Claro, supongo que para más exhibición et gloriam de los pertinentes mencionados. También para actualizar la vergüenza, no la de estos, sino la objetiva, la que existe la toquen o no los hombres. También para fomentar la ira y para hacernos más descreídos a todos. ¿No querrán los ricos más ricos precisamente eso, que seamos más escépticos, más desinteresados y resignados?

Que los ricos más ricos no tienen necesidad ni obligación de justificarse es obvio. A ver quién les tose. Y si lo hicieran, por alguna extraña y recóndita mala conciencia subyacente, que dudo que la tengan, proclamarían las excelencias de su abnegado esfuerzo. Dirían que lo que poseen en sus patrimonios personales se lo han ganado a pulso y honradamente. Aquí el término y concepto de honradez hay que interpretarlo conforme a las leyes de mercado. Ya se sabe que la ética social en los negocios no existe, pero sí sus propios códigos de conducta adaptados a las circunstancias,  y que el lenguaje se compra y se vende. 

Aun si cedieran a dar explicaciones, vendría la retahíla de que lo que tienen es consecuencia de sus inversiones que, a su vez, han generado riqueza social, puestos de trabajo y bienes múltiples. Eufemismos por doquier. Se sabe también que algunos de estos ricos más ricos suelen inventarse fundaciones (que de paso les sirve para desgravar en Hacienda) que se justifican en compromisos con la infancia desnutrida, el desarrollo agrícola de zonas paupérrimas o la salud de los habitantes atacados por la virulencia de las enfermedades tropicales. La sensibilidad como justificación o el dar algo para no rendir cuentas del todo.





Así que indignarse a estas alturas al contemplar la lista de la revista de los ricos puede ser un sano ejercicio de conciencia y discrepancia, de condena del acaparamiento de una minoría, o de repugnancia moral. Sin embargo, recibimos la herida como si desconociéramos dónde radica el mal. Mañana, ya no nos acordaremos. Entonces, se me ocurre hacer un diálogo de ficción al estilo de Juan de Mairena, que podría ir por estos derroteros:

“  -  ¿Por qué tienen tanto los que más tienen, maestro?
 -   Porque han cogido más.
 -   Pero, ¿cómo es posible? Si hay tanta gente que apenas dispone para sí, ¿cómo van a poder darles?
 -   No he dicho que les hayan dado, sino que aquellos simplemente lo han cogido.
 -   Aviados estamos. Pero, ¿de qué sirve entonces que nos enseñaran lo del sexto, del no robarás?
 -  ¿No sabes, querido discípulo, eso otro tan catequístico de con los dineros hemos topado? “

14 comentarios:

  1. Eso del sexto, eso del sexto...



    Pero es vergüenza que cuando los pobres tenemos cada vez menos, los ricos tengan cada vez más.

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  2. ¡Ahí, va...! Pues es verdad, que no es el sexto, que es el séptimo. Qué olvidados tenía los Mandamientos. Aunque creo que todos -¡y eran diez!- se resumen en el Sexto, ¿no? Al menos, según la Conferencia Episcopal Española.

    Broma aparte, la verdad es que no me apetece subsanar el error. Un discípulo de Juan de Mairena tiene derecho a equivocarse. Y aún hay que aprender tanto...

    Por lo demás, gracias por opinar, Maríajesús. Si sólo me preocupara la lista Forbes, pero hay toda una actitud social y política que tiene como modelo de perfección y de aspiración a los de la lista Forbes, y así vamos.

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  3. Hola, te vi como seguidor de un blog amigo y decidí visitarte, me pareció muy bueno tu espacio, así que voy a quedarme por aquí como seguidor.
    Si tienes ganas, te invito a pasar por el mío.
    Un saludo desde Argentina.
    Humberto.

    www.humbertodib.blogspot.com

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  4. Maestro, creo que esa poca vergüenza expuesta en las páginas de essa revista forma parte del espectáculo, sí de ese en el que estamos inmersos todos. ¿El propósito? Acaso no haya uno solo, sino varios, aunque con un fin idéntico: dividir y continuar alienando.

    ¡Salud!

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  5. Humberto, ché. Bienvenido. Por supuesto que te vinculo y me paso a ver tu blog. Espero que ambos espacios sean lugares de encuentro de ideas, palabras e ironías.

    Salud.

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  6. Ataúlfa, bienvenida a territorio Mairena (ya quisiera uno, ya, que lo fuera) Pero es que soportar todo lo que está cayendo en este mundo impuro e impío no es moco de pavo. El propósito de los Forbes y no Forbes que van en la misma dirección es simple y tradicional: más beneficio, más negocio, más influencia, más poder. ¿Te revelo algo nuevo?

    Cuelgo tu blog para seguirlo.

    Salud siempre, sí.

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  7. Exhibir es enseñar, y enseñar es formar, o educar, y Forbes nos educa en el Capitalismo: a esto podeis llegar, si careceis de escrúpulos.

    Vamos, todo lo contrario a tu magisterio, añorado maestro.

    ¡Salud!

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  8. Pues tienes razón, Jones. Los criterios de magisterio de los catedráticos de Forbes van por ese camino. Es que uno es un trasnochado con la aviesa manía de llevar la contraria y pretender rescatar valores menos transaccionales...si es que quedan.

    Un abrazo.

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  9. Me ha sorprendido ver como seguidor de mi blog al heterónimo de Machado y he decidido visitar tu blog.
    Interesante tu entrada donde se hace una disección del peor de los males de nuestra sociedad: el capitalismo emergente y feroz que estamos soportando, e incluso alimentando con nuestra pasividad.
    ¿Crees que al final estaremos todos resignados a nuestra situación económica globalizadora actual?
    Espero que no y que haya muchas voces discordantes en contra de tanto atropello a nuestra inteligencia.

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  10. El dinero llama al dinero y la pobreza a la pobreza. Supongo que los periodicos y revistas hay que llenarlos con algo,pero es una falta de respeto hacia la gente que hoy lo está pasado mal,en un alto porcentage sin merecerlo. Tendria tantas cosas que decir, que me alargaria demasiado, un saludo

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  11. Desde que comenzó la crisis, el número de estos "super ricos" ha aumentado, según recoge la prensa de estos días al hilo del ranking Forbes.
    ¿Alguna prueba más de que se enriquecen con la misería de los demás?

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  12. CMG. Bienvenida. Bueno, tanto como disección...Sólo pretendía señalar algunas heridas. Respecto a tu pregunta...lo de estar resignados está en función de nuestra propia condición personal. Mientras nos llegue sueldo o pensión, estamos resignados. Cuando flaqueen las cosas más, estaremos rabiosos. Todo resulta muy biológico incluso en los comportamientos sociológicos y de clase. Lo que es claro es que la sociedad, tal vez todas las sociedades, están muy divididas, muy estratificadas. Nos tienen como mercancías y esa es nuestra condición, no lo olvidemos. Si asumimos ser mercancía, pues ¿qué cabe esperar? Depende donde te encuentres eres un integrado o un apocalíptico, en términos de Eco.

    Vuelve cuando desees. El lugar permanece abierto.

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  13. Gracias, Marian, por pasarte. No, si está muy bien que salgan las listas de los ricos de los ricos. Todas las semanas deberían actualizarse. Y las de los ricos europeos, y las de los ricos celtibéricos. Las de los casposos negociantes de toda la vida y las de los advenedizos. En fin.

    Que puedes decir lo que quieras, pero el tema no se agota en este post. Esta entrada es una gotita, poca cosa.

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  14. Trecce, si es como dices...conclusión: luego dinero hay y a mansalva. ¿Quién, cómo, dónde, cuándo...? Adverbios para un tiempo y un planeta en convulsión.

    Saludos.

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