hoy es siempre todavía

jueves, 17 de marzo de 2011

Ni el Guadalquivir ni el Duero tienen dueño

(Fotografía de T-Enami)


Nuestras vidas son los ríos que van a dar a la mar…recitaba el formidable Jorge Manrique. Y así debe seguir siendo. Pero también deberíamos cantar que las aguas de los ríos deben bañar todas las tierras posibles y ser disfrutados por todos los que respiran y penan en esta probada vida. Y que las aguas superficiales y subterráneas deben preservarse, tanto en calidad como en caudal, porque es un tesoro que no queda en segundo grado respecto a la importancia que se concede a los carburantes. Deberíamos proclamar desde los niveles de la enseñanza básica la excelencia que supone disponer de agua abundante, que no existe precisamente para regar campos de golf y otros despilfarros, y enseñar a los niños a hacer buen uso y a cuidar y amar los cursos fluviales, que tan hermosos paisajes proporcionan.



(Fotografía extraída de http://joachimmalikverlag.blogspot.com)


Nunca podré olvidar las caras de los niños saharianos que vienen de colonias a España con algunas familias. El agua del grifo, las fuentes y las piscinas es lo que más les admira y les deja mejor recuerdo. Y nosotros, para variar, derrochando. Pues aunque parezca mentira, los ríos y sus cuencas han dado guerra y han enfrentado a habitantes de unas y otras regiones españolas. Es un asunto que nunca he entendido muy bien. Eso de que este río – es decir, su cuenca fluvial-  es nuestro y lo gestionamos nosotros me ha parecido que tenía siempre un tufo egoísta y propietario exagerado. Todo es dialogable, todo se puede conceder e intercambiar buenamente, pero, eso sí, para darle un buen fin a los medios que la naturaleza ha puesto en las manos humanas.







Me choca que a estas alturas el Tribunal Constitucional niegue a Andalucía el traspaso y gestión del Guadalquivir y a Castilla y León lo referente al Duero. Supongo que esta decisión traerá cola política, porque la jurídica ya está cerrada (nunca se sabe cuándo se cierra, pero así anda la cosa) Soy un pobre ignorante de pugnas y litigios sobre la propiedad de los bienes colectivos, pero me obligo a llamar la atención. Más nos valiera vigilar la limpieza y uso del agua. La parte administrativa de las cosas no deberían ser nunca ni un límite ni una rémora a lo que suponga satisfacción de los bienes públicos colectivos. Pero mientras, las aguas no se libran tampoco de transcurrir por los cauces fieramente humanos.

"Cuidad los ríos para que podáis beber y para que podáis regar vuestro alimento -diría Juan de Mairena si supiera de las peleas jurídicas actuales-. Están sus aguas a vuestra disposición, y no olvidéis que ya existían antes de que llegaseis. Por lo tanto, ¿a qué esas disputas si al final donde os ahogáis es en vino, ya que habéis olvidado hacerlo en el amor?"







Acompaño estos vídeos de Bill Viola porque en sus perfomances de agua hay un vínculo de la materia con la naturaleza humana que no tiene pérdida. Dusfrutadlos.

8 comentarios:

  1. A mí el asunto este del Duero y el Guadalquivir me tiene un poco mosqueado.

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  2. ¿En qué sentido, Trecce? No creas que yo lo tengo claro tampoco.

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  3. No solo el agua que corre y esconde la tierra debería de ser un bien público e internacional, sino todo aquello que da para las necesidades del Hombre. Pero eso es como decir que los bancos deberían estar para dejar dinero al que no lo tiene y lo necesita, cuando la realidad es al revés; los que no lo tenemos lo dejamos en el banco para que los que tienen puedan especular con él y ganar más.
    Mucho me temo que vivimos en un mundo al revés y que nuestro trabajo debería ser enderezarlo.
    Saludos, y un abrazo.

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  4. Pues eso precisamente, que no lo tengo claro y cuando los políticos y sus intereses se meten de por medio, me dan cierto miedo.

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  5. Pretenden poner las fronteras no solo en los mapas, las quieren extender a la naturaleza y esta es un bien universal.

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  6. Carlos. De acuerdo, pero me temo que el mundo siempre ha estado al revés.Intentos de enderezarlo ha habido unos cuantos. Pero la misma naturaleza humana se ha vuelto contra los buenos propósitos. La materia de la naturaleza humana no es menos dura que la de la naturaleza en general. Y encima se crea muchos intereses y no todos estamos en el mismo tiempo y lugar. ¿Quieren los mismos hombres que se aprovechan del descoloque que el mundo se enderece? No estoy seguro.

    Salud. Tiempo de conciencia el que transcurre.

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  7. Trecce, me pasa ídem, pero las cuenca fluviales alguien tiene que administrarlas a la hora de los suministros, los regadíos, los cursos y demás. Pero yo solo pido que siempre sea de una manera abierta y que se beneficie todo el mundo. Ya, soy un idealista, me dirán los administradores.

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  8. Javi, bienvenido. Solo que los bienes comunes y universales son coartados y traducidos al lenguaje de la propiedad malsana de muchos intereses. Solo sé que las aguas son un bien que hay que tratar con mimo y preservación. Ya está valiendo el agua bastante, no la perdamos.

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